La Nación
JEP: ¿inderogable e irreformable? 1 17 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

JEP: ¿inderogable e irreformable?

 

José Manuel Acevedo M.

 

No son inmodificables pero parecen. Se olvidan de que las cosas, en derecho, se deshacen como se hacen y que, en ese sentido, no es verdad que sean inderogables; que sean intocables. Su mensaje de que son una justicia por encima de todo el resto de la Rama Judicial, de creación casi que supraconstitucional y selección hecha por ángeles, es tremendamente antipática. Afirmando sin sonrojarse que no han incurrido en “desaciertos” ni “errores”, es como si quisieran decir que ni Dios puede meterse con ellos.

 

Con arrogancia y soberbia, quienes han defendido a la JEP por estos días con ese tipo de argumentos, desconocen que esa justicia transicional, como cualquier obra humana, es susceptible de mejoras y de reformas que le permitan cambiar para bien.

 

Hasta el propio expresidente Juan Manuel Santos dijo alguna vez: “Siento, y es un error que cometimos, que los procedimientos quedaron muy engorrosos, somos un país muy santanderista, y se lo aplicamos a una justicia que es especial, le aplicamos leguleyadas al proceso y eso ha demorado muchísimo”. Ahora cuando el exmandatario se ve cuestionado por su premio Nobel hasta por el New York Times, corre a escribir cartas sumándose a las voces que dicen que “la JEP es inderogable”.

 

El problema no es dejarla viva o eliminarla. Yo tampoco creo que deba acabarse y así lo he expresado infinidad de veces en este mismo texto. El lío real es que cuando dicen que no se puede derogar en realidad lo que están queriendo significar, con enorme prepotencia, es que la JEP no se puede reformar porque no hay nada que cambiar, y es ahí cuando se equivocan. Hay mucho que revisar y ajustar y en vez de estar construyendo blindajes de papel, deberían ser el escenario de un proyecto de reforma serio que le introduzca pluralidad a un tribunal cargado solo hacia un lado y que permita que sus procedimientos mejoren y que se impongan rápidas y proporcionales sanciones lo mismo que se produzcan con agilidad expulsiones.

 

Si, como nos dijeron, las víctimas son el centro del acuerdo, son esas mismas víctimas las que claman celeridad en la imposición de castigos y en los actos de reparación que tampoco llegan. Ojalá las voces dentro de la JEP que son conscientes de que hay tornillos que apretar, se manifiesten públicamente y sin miedo agiten una discusión necesaria para la creación de un ambiente de paz sostenible que fue el que algunos no permitieron que se consolidara, por las carreras de la firma a cualquier precio y el afán de distinciones.