El empresario radial Jorge Helí Charry fue exaltado por la Gobernación del Huila y la Alcaldía de Neiva por los 25 años del Desfile de Chivas y los 30 años del Sistema Inrai. Su amigo, el médico Heber Vega Pérez nos acerca al gran ser humano detrás del personaje público. El empresario radial Jorge Helí Charry fue exaltado por la Gobernación del Huila y la Alcaldía de Neiva por los 25 años del Desfile de Chivas y los 30 años del Sistema Inrai. Su amigo, el médico Heber Vega Pérez nos acerca al gran ser humano detrás del personaje público. Heber Vega Pérez Especial LA NACION Hace 25 años trabajo como coequipero de don Jorge Helí y mi primera impresión: un creyente paulino formado por don Genaro Charry y doña Ana Avilés. Profundamente impregnado de la filosofía de Ralph Waldo Emerson: “la realidad está presidida y dinamizada por una fuerza superior de alcance cósmico que podemos llamar súper alma o sencillamente Dios”. El don Jorge Helí que escuchamos en el “Pensamiento positivo y motivador” es un filósofo estoico “cómo vivir mejor sin esperar que cambien los gobernantes o se regeneren los ciudadanos en su conjunto”. Después de ser secuestrado por las Farc y superar cirugía de corazón abierto, salió con la vitalidad del combatiente “se puede perder una batalla pero no se puede perder la guerra”: Charles De Gaulle Don Jorge Helí comprende perfectamente que detrás de la revolución de las comunicaciones está la revolución ciudadana, que se expresa en los programas de la cadena Inrai “Pido la palabra”, “Usted y nosotros” y “Las reflexiones de Don Helí”. La revolución ciudadana aparece cuando ser ciudadano no significa nada, y su participación se reduce al ritual electoral. La revolución ciudadana impidió la reforma unilateral de la educación y la justicia. Como todo buen creyente, tiene la misericordia de perdonar, en especial los desplantes de la élite local que no podían digerir que el hijo del arriero Genaro Charry que trabajaba entre Palermo y Ataco, se haya convertido en un brillante empresario regional. Su evangelio personal Don Jorge Helí continúa predicando su evangelio “trabajamos para crecer y ayudar a crecer a otros”, “somos los mejores y nacimos para triunfar, mi gran ideal alcanzar la excelencia”. Cuando se inició el proyecto de la Botica Alternativa La Esperanza, me convertí en su coequipero, dialogamos, confrontamos y creamos. La mejor anécdota de este periodo sucedió cuando me encontré con un colega que me increpó “Doctor Vega, usted tiene derecho a ser médico y camarada, pero no se vuelva brujo, mago y yerbatero”. Además, dictaba la Cátedra de Historia de la Medicina de la Universidad Surcolombiana y no me renovaron el contrato por estar en esta compañía, el Sistema Inrai de Colombia. La Ordenanza 44 de 1959 oficializó la fiesta del San Juan y San Pedro, el pueblo, su primer actor, se convirtió en espectador; don Jorge Helí entendió perfectamente el proceso y creó el “Desfile de Chivas”, del que yo diría que es el desfile de la nostalgia, de las tradiciones y las verdaderas costumbres. ¿Pero qué simboliza la chiva? La mecanización del espíritu, la transformación de la energía potencial de la gasolina en cinética, calórica, lumínica y eléctrica. Además, transporta la sabiduría, las pasiones y la algarabía del pueblo, a más de 5 Kmts. por hora. La anterior semblanza de mi coequipero justifica algo más que el premio El Tambor de Oro. “Las reflexiones de don Helí” dejan muchas enseñanzas: “La imaginación es más importante que el conocimiento”: Albert Einstein. “La innovación es lo que distingue al líder de la gente común”: Steve Jobs. “Cuando la vida tiene un gran propósito, usted tiene un gran poder”: Opran