Mientras en el mundo, los ancianos han sido las principales víctimas de la pandemia global, en el Huila, los muchachos son los principales blancos de la enfermedad. El 34% de los afectados tienen menos de 39 años. Increíble.
RICARDO AREIZA
unidadinvestigativa@lanación.com.co
La escala del contagio, en el caso del Huila, se invirtió sorpresivamente en la última semana.
Desde el 12 de marzo cuando se confirmó el primer caso positivo de coronavirus importado, las primeras víctimas del contagio global, eran pacientes adultos, mayores de 70 años. Contrario a lo que ocurre en el mundo, en el Huila, son ahora los muchachos los blancos predilectos de la enfermedad.
Según las estadísticas de la Secretaría de Salud del Huila, coordinadora de la sala de crisis, el 34% de los afectados tienen menos de 39 años. Y lo más grave: el escenario de propagación juvenil se comenzó a incrementar esta semana.
En Colombia no es distinto. El 44,35% de los casos positivos son pacientes jóvenes entre 20 y 39 años. La mayoría hombres jóvenes (273) y 243 mujeres en esta misma edad, según los reportes del Instituto Nacional de Salud.
De éstos el 20,75% corresponde a jóvenes entre 20 y 29 años y 23,60% entre 30 y 39 años.
En la mira
En el Huila en la primera fase de la pandemia los primeros afectados fueron adultos mayores. Los primeros tres pacientes tenían 68,71 y 74 años de edad, dos de ellos aún en aislamiento y el tercero ya curado.
Desde que se confirmó el primer caso positivo, el 49% de los afectados eran mayores de 50 años. En los primeros diez días de evolución de la enfermedad solo un joven de 24 años resultó afectado por contagio en Neiva, hoy recuperado.
Hasta el 31 de marzo cincos jóvenes, resultaron positivos para covid-19 (cuatro por contagio y uno importado procedente de Ecuador, actualmente en aislamiento domiciliario en Palermo. Ese era el panorama en los dos únicos municipios afectados.
No obstante, en los últimos cinco días, se dispararon las cifras de muchachos infectados. Desde el domingo pasado 29 de marzo, se reportaron ocho casos positivos (seis mujeres y dos hombres entre 20 y 39 años de edad).
Hoy el 34% de los pacientes afectados desde que se descubrió el primer caso están en ese mismo rango de edad. El 17% entre 20-29 años; 17% entre 30 y 39 años.
En esta primera fase el 17% correspondía a pacientes entre 40 y 49 años y el 20% entre 50 y 59 años y la tasa de afectación va descendiendo al aumentarse la edad. Hasta ayer solo el 3% eran pacientes positivos mayores de 80 años.
Los contrastes
En contraste, en los países, cunas de la pandemia, las principales víctimas fueron los ancianos.
En Italia, la edad promedio de los pacientes muertos por covid-19 es de 78,5 años y en China, el 15% de los decesos se presentaron en personas mayores de 80 años.
Según el diario The New York Times, menos del 1% de los pacientes menores de 50 años perdieron la vida en esta crisis sanitaria.
Otro estudio revela que la mayoría de las muertes registradas en todo el mundo, 22,4% correspondieron a personas de avanzada edad o que padecían afecciones compatibles, y debilitaron el sistema inmunológico. Otro 19% de los pacientes que murieron tenían menos de 60 años.
El mismo estudio revela que el 8,1% correspondió a jóvenes entre 20 y 29 años. En Colombia, es al contrario y en el Huila, peor.
Pareciera que los muchachos no han entendido la gravedad de la evolución de la pandemia, ni las autoridades, encargadas de la prevención, han desarrollado estrategias para involucrar a este segmento, tradicionalmente rebelde.
La intervención de la fuerza pública para asegurar la cuarentena es un alivio, pero no basta.
En esta fase de mitigación, los jóvenes deben estar en primera línea. La curva epidémica alcanzó niveles preocupantes.
No en vano, la Organización Mundial de la Salud advirtió que los jóvenes, los más ‘frescos’, no están exentos de contraer el nuevo coronavirus y padecer con severidad
“Este virus podría llevarlos al hospital durante semanas o incluso matarlos”, afirmó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Además, Ghebreyesus advirtió de que aunque en algunos casos no vayan a sufrir más que síntomas leves, lo que hagan muchos jóvenes puede ser “la diferencia entre la vida y la muerte para otra persona”, recalcó. Ese es el peligro de la tranquilidad con que muchos jóvenes están asumiendo en esta cuarentena que puede extremarse por la súbita propagación. La amenaza es en serio.