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Juegos de azar, ¿una ruleta de rentabilidad? 1 29 marzo, 2024
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Juegos de azar, ¿una ruleta de rentabilidad?

En la ciudad de Neiva ha proliferado el crecimiento de lugares en los que se desarrollan juegos de azar. Los casinos se ha convertido en sitios donde los apostadores van detrás de una jugada que muchas veces los deja sin nada. En la ciudad de Neiva  ha proliferado el crecimiento de lugares en los que se desarrollan juegos de azar. Los casinos se ha convertido en sitios donde los apostadores van detrás de una jugada que muchas veces los deja sin nada. YURI TATIANA MERCHÁN PERDOMO Especial LA NACION Neiva  está inundada de casinos, bingos y sitios de apuestas en pleno microcentro de la ciudad. Y lo peor, según las autoridades, que por su antigüedad no los rige el Acuerdo 026 del 2009, que prohíbe esta clase de establecimientos en los alrededores de iglesias, centros educativos y de salud. De ahí  que no puedan ser desplazados a otros puntos de la urbe, ya que los  cobija el Acuerdo 016 del 2000, y además Etesa ampara su funcionamiento en los lugares que se sitúan. Es así que se ha convertido en algo ‘normal’ caminar por el Parque Santander, lugar emblemático de la ciudad  y que está rodeado de dos de sus más antiguas iglesias católicas, y encontrar casinos, juegos de bingos y apuestas, con una permanente presencia de público, de ciudadanos que buscan un golpe de suerte. Y es que los juegos de azar son una de las opciones de los seres humanos a la hora de  recreación, emoción,   ir detrás de un premio, a pesar de las mínimas oportunidades de salir ganador. En la capital de los huilenses son 88 establecimientos registrados en Cámara de Comercio, 16 de ellos en el centro de Neiva, otros cuatro están en la zona industrial  y los restantes en diferentes puntos de la ciudad como los barrios Las Granjas, Altico, Santa Isabel, entre otros. Las cifras  reflejan que cada vez hay un mayor número de apostadores, quienes buscan suerte y apuestan su fe en números, letras, colores o figuras. Todo por ganar un dinero extra,  aunque también pueden perderlo todo. También están las personas que han hecho de éste, un estilo de vida. La reserva del azar Los historiadores de la ciudad mencionan que curiosamente alrededor del tema de los casinos no hay registro alguno que especifique dueños, años de establecimiento, ni evolución de estos en la ciudad. Por lo tanto,  la obtención de información en este sentido es complicado y requiere de tiempo, empezando porque los verdaderos jefes de este mercado de juegos de azar se mantienen en total reserva, incluso hasta en los registros de la Cámara  de Comercio. A los ‘magnates’ de este campo empresarial no les interesa ser la portada de prensa, ni mucho menos pautar en medios de comunicación. La reserva, las políticas de trabajo  son de total confidencialidad, sin estimar que operan con total legalidad en espacios de gran flujo de personas como es el microcentro de la ciudad, desplazando bibliotecas, como la papelería Global cerca al Metropolitano, hasta se han ubicado en edificaciones de sentido patrimonial para la ciudad como es el  Teatro Cincuentenario, que se encontraba en la carrera sexta con calle octava. Pero es tal la acogida de los casinos que los encontramos en los centros comerciales y en los barrios. Lugares que son exclusivos al tener público que va a entretenerse con sumas considerables de dinero. Allá los espectadores no tienen cabida, convirtiéndose en  actividades donde el mejor apostador hace cuentas numéricas en su mente, es paciente, y busca ganar. Según datos de la Cámara de Comercio, la suma de los activos de los establecimientos en juegos de azar es  de $2.321.331.362. Una suma que habla mucho de su rentabilidad, todo con fe en la suerte. Entre tanto,   la Secretaría de Hacienda de Neiva revela que los ingresos por concepto de los impuestos de Industria y Comercio que entran al Municipio  en el 2011  alcanzaron una importante suma de dinero,  utilizado para diferentes programas estipulados por  la Administración en su plan de gobierno. La vida de un jugador Mientras el sol calienta al medio día con toda su potencia, miles de neivanos se desplazan por el asfalto, llegando a diferentes lugares para descansar de la mañana laboral.  Pero otros, más que descansar, buscan distracción en un sitio cómodo, fresco y entretenido, además de un poco de dinero. Todo lo que ofrece los casinos. Es así que Juan, de aproximadamente 30 años de edad, entra con tranquilidad a uno de los casinos de la ciudad. Su ropa de traje delata que tiene un cargo en el que debe cuidar su aspecto físico. Nadie lo voltea a mirar, todos están concentrados en los colores, número y giros de la ruleta. Él es uno más. Se dirige a la caja, porque en las máquinas no funcionan si introducen dinero de verdad. Hay monedas exclusivas para que funcionen los juegos. Similar a ‘Tío Rico’, con la excepción que estas monedas si representan un valor económico. Acá se pierde o se gana de verdad.  Juan se sienta a jugar en la maquina traga-moneda, con paciencia hunde botones y sigue apostando. En conversaciones con jugadores, manifestaron que prefieren esta modalidad de juego sencillamente porque tienen el control, no hay nadie que este barajando ni pendiente de sus movimientos. Además, son apetecidas por la rapidez en que una máquina puede hacerlos ganadores. “No importa apostar lo que sea. Lo importante es recuperar lo perdido”, comentó una señora sin despegar la mirada de la pantalla. Es así que las dos horas las pasó Juan sentado con los ojos fijos en el juego. Su apuesta de 20 mil pesos no le arrojó ganancias, y debe marcharse a cumplir la siguiente jornada laboral. Él es un jugador pasivo, transitorio. Para otros, es una obsesión y puede llegar a ser una enfermedad. ‘Todos son apostadores’ Uno de los empleados de los casinos, quien solicitó reserva de su identidad, habló con  LA NACIÓN. “Una persona dura de acuerdo a lo que tenga en su bolsillo o cuando se gana un premio. Hay casos en que pasan todo el día porque comprometen todo su dinero y buscan la manera de recuperarlo. Otros sólo el tiempo de almuerzo, que es su tiempo libre para jugar”, manifestó el empleado, comúnmente conocido como croupier. Pero… ¿qué es croupier? Es un empleado que tiene la función de coordinar el juego, recoger y entregar las apuestas calculando la ganancia, tirar la bola en la ruleta, dar las cartas y recogerlas. Estas personas se convierten en profesionales especializados en cada uno de los juegos que sirven, por lo que en caso de conflicto tienen la última palabra.  Realizan su trabajo ateniéndose siempre a las reglas específicas de cada modalidad. “No hay edad para los apostadores. Aquí, en los casinos, entran personas de 20 a 65 años, de todas las clases sociales. Hay un mayor flujo de clientes cuando se hacen sorteos o rifas. La quincena también son muy apetecidas, al igual que las noches y medio día. Eso tiende a variar muy de seguido”, comentó. ¿Adicción o gusto? La palabra ludopatía viene del latín ‘ludus’, que significa juego y del griego ‘patheia’, que es afección o padecimiento, reconocida también como ludomanía, juego patológico o juego compulsivo. Es importante tener en cuenta que este trastorno es reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su clasificación Internacional de Enfermedades en el año 1992. Claro que a través del Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos (DSM IV), la Asociación Americana de Psiquiatría describe el Juego Patológico como un síndrome en el cual aparece un fracaso crónico y progresivo de la capacidad para resistir el impulso de jugar. Según el psicólogo Diego Lamilla, “por su etiología, curso, y pronóstico, el juego patológico o ludopatía es una enfermedad crónica. Se contenga o no, el ludópata, fácilmente tendrá problemas con las apuestas, ya que los aspectos motivacionales activarán memoria, vivencias, esquemas de acción y una estructura adictiva, aspectos que ya había desarrollado con el trastorno y que no puede borrar. Por ende una vez se adquiere la ludopatía puede haber una contención de la acción pero seguirá latente allí en el sujeto”. Agregó Lamilla que los síntomas son la “preocupación por el Juego, la necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero o con mayor frecuencia para conseguir el grado de excitación deseado, inquietud o irritabilidad cuando intenta interrumpir o detener el juego”. Por otro lado, el juego se utiliza como estrategia para escapar de los problemas y/o para aliviar los sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad o depresión. “Es común en el ludópata después de perder dinero en el juego se vuelve otro día para intentar recuperarlo jugando de nuevo. También engaña a los miembros de la familia, terapeutas u otras personas para ocultar el grado de implicación con el juego, cometen actos ilegales, como falsificación, fraude, robo, o abuso de confianza para financiar el juego, se han arriesgado o perdido relaciones interpersonales significativas, trabajo y oportunidades educativas o profesionales debido al juego, entre otros síntomas visibles”, agregó el psicólogo. Lo que dice la ley En Colombia, de manera tradicional, los juegos de suerte y azar estaban prohibidos y sólo se autorizaban a manera de excepción las loterías. La Ley 1ª de 1982 estableció el monopolio sobre el juego de las Apuestas Permanentes y con la expedición de la Ley 10 de 1990, que en su artículo 42, reformado luego por el artículo 285 de la Ley 100 de 1993, se estableció un monopolio rentístico a favor de la Nación sobre la totalidad de los juegos de suerte y azar distintos de las loterías y apuestas permanentes, sobre los cuales ya recaía un monopolio fiscal. La propia Constitución Nacional le dio mayor alcance al monopolio rentístico de los juegos de suerte y azar, al prescribir en el artículo 336: “Ningún monopolio podrá establecerse sino como arbitrio rentístico, con una finalidad de interés público o social y en virtud de la ley”. Igualmente deben cumplir con la Ley 232 de 1995, en los que se encuentran plasmados los requisitos pata el funcionamiento de los establecimientos comerciales, que son “cumplir con todas las normas referentes al uso del suelo, intensidad auditiva, horario, ubicación y destinación  expedida por la autoridad competente del respectivo municipio. Las personas interesadas podrán Solicitar la  expedición del concepto de las mismas a la entidad  de planeación o quien haga sus veces en la jurisdicción  municipal o distrital respectiva”. Ley que es inspeccionada por la Dirección de Justicia Municipal. “Inicialmente cuando se formuló el Plan de Ordenamiento Territorial mediante el acuerdo 016 del 2000, que es el primero POT que sacó el municipio de Neiva por orden Nacional de la Ley 388 del 97, comienza a regir los planes a partir de ese año. Para ese entonces se estableció que para el área del centro tradicional, se podían establecer los casinos, los juegos de azar. En ese entonces se fijó una norma donde no restringía los alrededores en que se ubicaban como centros educativos, iglesias y cultos”, explicó el arquitecto de Planeación Municipal, Helman González. En el 2009 se hace ajustes al plan de ordenamiento vigente, mediante el acuerdo 026 del 2009, en el que los casinos se restringen, en el sentido que no pueden estar cerca a colegios, cultos y centros de salud. Sin embargo, dicha norma es aplicable a los nuevos recintos, ya que los de antiguo funcionamiento se sujetan al concepto previo-favorable que emite la empresa Etesa. Acción policial El coronel Rafael Ancizar Vanegas Olaya de la Policía Huila dio  a LA NACIÓN acerca de los operativos realizados a los casinos y lugares en los que se encuentran las máquinas tragamonedas “llegamos a estos lugares, casinos, tiendas de barrio, incautándose máquinas que no representan pago alguno de impuesto a la Alcaldía. Igualmente donde no cumplen la norma de no situarse en inmediaciones de colegios, centros religiosos y de salud”. En lo corrido del 2012, la Policía ha incautado 75 máquinas tragamonedas, las cuales están a disposición de la Dirección de Justicia, que a su vez hace los respectivos informes para aplicar sanción a dueños o empresas encargadas de distribuirlas. “Es necesario el apoyo de la comunidad que informe a la Policía la existencia de estas máquinas tragamonedas, así se evita las estafas a la comunidad, al estado, y el acceso a menores de edad a esta clase de distracción”, indicó el coronel Vanegas. Igualmente destacó que los operativos se seguirán realizando constantemente, ya que algunos casinos actualmente se encuentran con procesos administrativos, casos que maneja la Dirección de Justicia, teniendo como posible fin el cierre de estos establecimientos. 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