La Nación
La carta de María Jimena Dussán a familia Lara Bonilla 1 20 abril, 2024
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La carta de María Jimena Dussán a familia Lara Bonilla

Foto: Flick.com

La columnista de la Revista Semana María Jimena Dussán, quien iba a ser galardonada este miércoles con la orden Lara Bonilla, no logró estar en Neiva durante el evento, pero envío una carta a la familia del inmolado exministro de Justicia. LA NACIÓN.com.co la reproduce.
 
Querida Familia Lara:
 
Gran honor me hacen al otorgarme la Orden Rodrigo Lara en compañía del padre Javier Giraldo. Conozco muy bien el trabajo en derechos humanos que ha hecho el padre y lo mucho que le ha costado defender esa bandera en este país tan tolerante a la injusticia y me parece un privilegio estar en ese podio con una persona de sus calidades y convicciones.
 
Intenté por todos los medios estar presente hoy pero por motivos de mi trabajo, -el periodismo no tiene horario-, no pude estar hoy en Neiva. Un viaje inesperado a Montes de María, el paro agrario y un viaje a La Habana que tenía previsto para saber si al fin las FARC y el Gobierno logran cerrar el tercer punto de la negociación sobre las drogas, me impidieron estar con ustedes en Neiva.
 
Quiero contarles que conocí mucho a Rodrigo Lara Bonilla: yo era una joven reportera que acababa de entrar al diario El Espectador y él, ministro de justicia. 
 
Fui testigo del desafío que se trazó en la lucha contra los narcotraficantes y los duros momentos por los que atravesó cuando ellos quisieron enlodarlo con el propósito de ver si lo neutralizaban. No lo consiguieron y solo las balas mortales lograron frenarlo.
 
De Rodrigo Lara recuerdo su gran humor y un gran carisma político. De él aprendí que a esta democracia hay que defenderla, que es extremadamente frágil y que para ser político en este país hay que ser audaz, valiente e íntegro, tres condiciones que ya poco se ven en el escenario político colombiano.
 
 
Por eso, para mí, es un doble honor este reconocimiento: porque me recuerda la templanza de un político como Rodrigo que incluso cuando se vio situado por el miedo y supo que lo iban a matar, nunca dejó de hacer lo que tenía que hacer.
 
Por último, felicito al jurado que este año ha querido exaltar a las víctimas de este país. Yo soy parte de esos miles de colombianos que han sido tocados directamente por ese conflicto. Mi hermana Silvia, también periodista, fue asesinada en una masacre en Cimitarra, Santander en 1990, por los narcoparamilitares del Magdalena Medio. A pesar de que en los últimos años, sobre todo desde que se aprobó la Ley de Víctimas, el país no ha empezado a dar la cara y a reconocernos, todavía falta mucho trecho para que esta sociedad tan indolente consiga devolvernos la dignidad que nos quitaron por cuenta de años y años de impunidad.
 
Un abrazo fraterno,
 
 
María Jimena Dussán.