La Nación
La Colonia costeña del Atlético Huila 1 20 abril, 2024
DEPORTES

La Colonia costeña del Atlético Huila

Dos cartageneros, un samario, un vallenato, un sincelejano y un bosconense, son la cuota costeña en el conjunto opita. Dos cartageneros, un samario, un vallenato, un sincelejano y un bosconense, son la cuota costeña en el conjunto opita. A ritmo de vallenato, champeta y ‘dancehall’, estos seis jugadores esperan imponer el sabor de esta región del país no solo en los entrenamientos sino en los partidos. Todos concuerdan en que a Neiva solo le falta tener playa para sentirse como en casa. Vanessa Díaz Piedrahita Especial LA NACIÓN Con la misma alegría con la que se juega en la Costa Caribe, donde la brisa, el sol radiante y el olor a playa son motivo de envidia en otras ciudades del país, seis jugadores lo hacen a varios kilómetros de su tierra natal, pero imponiendo su sabor tropical. la coloniaNo cabe duda que en los diferentes clubes del país existen colonias de paisas, vallecaucanos, chocoanos o costeños principalmente, pues en estas regiones de una u otra manera es de donde más talento futbolístico brota. Precisamente la insistencia, dedicación y el agrado con el que se debe pensar en el fútbol, es el que ha hecho acreedores a cinco de los refuerzos para hacerle compañía al sincelejano Ervin Maturana. Los cartageneros Hugo Soto y Edinson Palomino, el samario Cristian Restrepo, el vallenato Armando Carrillo y el bosconense Álvaro Barros, se sumaron a la plantilla de contrataciones que este, como todos los semestres se trazó un gran reto: llegar a las finales. En el debut del renovado Atlético Huila  solo se pensaba en conocer a las nuevas figuras. El debut Todos los ojos estaban puestos sobre Edinson Palomino y Cristian Restrepo quienes fueron inicialistas en el gran partido de debut, donde posteriormente con el ingreso de Armando Carrillo y Álvaro Barros, se sellaría un muy buen comienzo en condición de local. Criados a punta de arepa e’ huevo, butifarra, arroz con coco, carimañola y  patacón con queso, estos futbolistas demostraron que llegaron a la escuadra opita con la firme intensión de dejar huella. El jugador cartagenero Edinson Palomino, quien proviene del Real Cartagena, es el típico prototipo de futbolista con el que soñaba Atlético Huila. La agilidad, rapidez, destreza y meneo de caderas, fueron  las características con las cuales logró ser contundente y ganarse desde el primer pitazo a toda una hinchada el hombre de las trencitas. Palomino, quien es conocido así por sus amigos en la heroica como el ‘Palomo’, resalta que lo que extraña de la mágica Ciudad Heroica es la playa. Sin embargo, el clima de la capital opita lo motiva para hacer esas gambetas y esos cambios de ritmo que está acostumbrado a presentar. De la mano con el ‘pequeño ingenioso’, el cesarense Armando Carrillo demostró la raza goleadora que mantiene intacta. El delantero quiere volver a figurar con Atlético Huila como lo hizo en 2004 donde fue goleador y por qué no, llegar de nuevo a la Selección Colombia. Carrillo se define como una persona muy tranquila, alegre y quien siempre está dispuesto a hacer diferente cada uno de los entrenos para que no sean tan monótonos, le dijo a LA NACIÓN que “además de atender lo que el profe diga siempre es bueno tener otras alternativas para divertirnos. Como jugador priman las ganas, sobre todo en mi posición. Me caracterizo por ser un jugador inquieto dentro del terreno de juego y que siempre está dispuesto a abrirle el campo a mis compañeros”. Indiscutiblemente haber marcado en su debut un gol a los dos minutos de su ingreso es buen indicio para el jugador que solo piensa en convertir más goles. “Me siento bendecido pues es un don que Dios me dio y aparte de que sea un deporte, es una profesión en la que se tiene que ser responsable. El hecho de triunfar, de figurar  y de no conformarse con nada es lo que me mantiene motivado”. Carrillo estuvo en el 2004 en Atlético Huila y a pesar de ser muy joven recuerda que fue su primera experiencia después de haber debutado en el Deportivo Cali y por eso siente gran amor por esta institución. En ese entonces logró ser el goleador del equipo y poco a poco fue tejiendo un nombre. “Ahora el reto es hacer una buena campaña porque el fútbol es del presente”. De la costa para el Huila Según los jugadores, Neiva parece ya una ciudad costeña y no precisamente porque estén seis representantes dentro del equipo sino porque se encuentran cosas muy similares, además del clima: la comida, la alegría de la gente y hasta la música resaltan. El costeño se caracteriza por ser más alegre y más extrovertido, el más parlanchín, el de los chistes, el de las carcajadas. Aunque en la intimidad de una concentración o de un camerino, solo ellos saben que sucede, en las prácticas diarias es fácil identificar si el que corre o si el que canta es costeño. Álvaro Barros es un jugador del que pocos conocen. Empero las expectativas que se tienen con este veloz delantero son grandes. Se dio a conocer en Valledupar en el torneo de la B. Luego da un paso importante que lo lleva al fútbol de la frontera al llegar al Cúcuta Deportivo. En el 2010  es contratado por  la Academia de Bogotá donde se convierte en el goleador del Torneo Postobón y el semestre anterior estuvo con Millonarios donde quedó campeón de la Copa Postobón. “Con los compañeros que llegamos acá ya nos habíamos visto en los diferentes equipos y ahora que nos reencontramos  aquí trabajaremos para aportarle un granito de arena al equipo”, destaca.  Luego  que las cosas no se dieran con Millonarios en este 2012, su representante tuvo un acercamiento con el club y es así como se da la llegada del jugador a Neiva. Barros tiene claro que quiere ser protagonista en el torneo, por ello busca ser decisivo con sus goles para llegar a instancias definitivas. El ‘Chicharrón’ Barros se define como un jugador que aprovecha el espacio de la defensa rival y debido a su estatura, la velocidad  es uno de sus puntos fuertes. Aunque también dice sentirse cómodo como volante por la izquierda o la derecha debido a la agilidad con la que cuenta, llegó a aportar en algo que el semestre anterior le costó al cuadro ‘bambuquero’, hacer goles. El hombre nacido en Bosconia (Cesar) acumula en su cuenta personal 60 goles en el torneo de la B y  siete en primera división con Cúcuta y Millonarios. Lo que más extraña, son sus tres mujeres (su madre, si hija y su esposa). “De Bosconia extraño a mi familia. Aunque Neiva se me asemeja mucho a mi tierra por el clima y por la gente, con el pasar de los días me iré adaptando mucho mejor”. ‘La alegría identifica al costeño’ Cristian Restrepo es un volante con mucho manejo de pelota, con mucha dinámica en el juego, buen remate al arco y es especialista en tiros libres. Es una persona tranquila, sencilla y calmada, y eso espera reflejarlo en cada partido. “El grupo me ha brindado toda la confianza y eso es muy importante para desarrollar el juego”. El samario que está debutando en la Liga Postobón, dice sentirse bien acogido tanto en la ciudad como en la institución, en la que se encontró paradójicamente con cinco paisanos más. “Siempre hay costeños en casi todos los equipos, y eso es bueno porque uno se conoce más con la gente de la tierra y lo importante es que uno comparte muchos gustos que lo hacen sentir identificado”, agrega. Por su parte, el más veterano en el equipo es Ervin Maturana, quien lleva dos años y medio radicado en Neiva, dice sentirse como un opita más. Este semestre al sincelejano le llegó compañía que le hacia falta, ahora la champeta y el vallenato quieren tomar lugar en medio de tanto ritmo del pacífico. “Lo incomodo es tanta salsa, pero ya este año hay mucho costeño así que vamos a imponer un poquito lo que es la champeta, el mismo ritmo que le vamos a imponer a los partidos y a este torneo. Esperando que al son de esta música bailemos muy bien ante el rival”. Para el defensor, aparte de la evidente espontaneidad que caracteriza a su raza, los costeños se diferencian porque saben cuando pueden ser regionalistas y cuando no. Luego de una práctica o en concentración hablan y comparten sus cosas, pero en el terreno de juego son una misma fuerza, sin regionalismo alguno. “En Neiva me han atendido muy bien. He estado muy respaldado por los hinchas y aquí es donde he conseguido grandes cosas. De Sincelejo extraño mis amistades y parte de mi familia, mi infancia que fue muy bonita. Y a pesar de que aquí se come muy diferente, uno como costeño trata de incluir siempre en su alimentación lo que le gusta, el patacón con queso, el pescado o  el arroz con coco”. Llegó la hora de unificar ritmos El defensor central Hugo Soto, quien tiene un muy buen pasado con La Equidad Seguros, se convirtió en una de las contrataciones más importantes del presente semestre. En una pasada entrevista a LA NACIÓN, Soto hablaba de las ganas que tiene de imponer un sello en el equipo dirigido por  el ‘matemático’ Néstor Otero. Soto es un hombre experimentado, pues ha obtenido dos  títulos de campeón, el primero con Atlético Nacional en el torneo apertura 2005 y el segundo en Copa Postobón en el 2008 con  La Equidad. Destaca que la unión y la alegría que se maneja a nivel de región, lo hace sentirse en un ambiente positivo dentro de la institución. “De Cartagena extraño a mis padres y la playa. La comida no porque aquí también se consigue. Hasta el momento en el camerino cada quien tiene su música, pero ahí va ganando terreno el vallenato y la champeta. La idea no es imponer un ritmo o una región, es de tirar todos hacia el mismo lado. Trataremos de unificar todos los ritmos y todas las regiones y sacar una buena mezcla para darle una alegría a la afición” afirma. Definitivamente, sin importar cual sea el ritmo, se espera que este semestre los refuerzos le sirvan al Atlético Huila y la alegría que identifica al jugador costeño, se transmita al resto de la plantilla, ya sea a son de champeta, salsa o sanjuanero se logren los triunfos y el anhelado título o primera estrella.