La Nación
La consulta de la dignidad 1 24 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La consulta de la dignidad

Alexander Molina Guzmán

La consulta anticorrupción francamente era la consulta de la dignidad. Era un llamado a la decencia, un llamado a toda esa Colombia que por décadas ha sufrido con la maquina depravadora y depredadora de la corrupción para que se sacudiera y dijera ¡presente! Pero como dice el dicho que “en la puerta del horno se puede quemar el pan”, a esa consulta le faltaron los cinco centavos para el peso. Por menos de quinientos mil votos se perdió la oportunidad de no sólo haber dado un golpe político sino jurídico, en el sentido de que si se hubiera superado el umbral de los más de doce millones de votos esas siete preguntas hubieran sido un mandato directo y de obligatorio cumplimiento para el establecimiento sin oportunidad de negociación. Pero como no se superó el umbral, ahora toca “negociar” en el Congreso, una de las instituciones contra la cual directamente iba dirigida la consulta, esas reformas anticorrupción. Bueno, esas son las contradicciones que tiene la democracia maestro. Gran parte de la sociedad le perdonó la vida a la clase política corrupta de este país ¡Qué paradoja! Por años la sociedad colombiana se viene quejando de la corrupción, pero cuando llega el momento de endurecer castigos contra ese mal…la gente no sale en masa a votar. Sí, claro, salieron cerca de doce millones de colombianos indignados a votar ¡un aplauso! Pero por favor, somos treinta y seis millones de ciudadanos habilitados para votar, treinta y seis millones de ciudadanos que somos directamente afectados por la corrupción todos los días y ni siquiera salió a votar el 33% de esos votantes. Y era la oportunidad de que por lo menos el 50% de esos votantes hubieran sufragado.

Y no creo que haya faltado pedagogía. Hace meses ya se sabía de esa consulta y qué más pedagogía que la que sale todos los días por prensa, radio y televisión en la cual se nos informa del robo del dinero público y otros delitos. Lo que sí creo, fue que faltó voluntad política de ciertos sectores que apoyaban la consulta pero que se bajaron del bus después. Un ejemplo fue el tal “Centro Democrático”, que traicionó la palabra empeñada; otro ejemplo fue el del Presidente de la República, que no hizo ni siquiera una alocución presidencial para apoyar el tema, el apoyo fue simbólico y tomándose la foto a la hora de votar.

La dignidad si quedó maltrecha, pues sólo el 32% de los colombianos aptos para votar se pronunciaron contra la corrupción y el otro 68% se quedó en un silencio cómplice.