La Nación
La Corte y la Eutanasia 1 28 marzo, 2024
COLUMNISTAS

La Corte y la Eutanasia

El único organismo oficial que ha ejercido cierto control sobre los abusos de nuestros gobiernos neoliberales, especialmente en cuanto a derechos básicos (Trabajo, salud, educación, etc.) es la Corte Constitucional, ente que desde hace tres décadas ha emitido  sentencias para favorecer a los desprotegidos, algo comparable con el ejercicio del derecho de tutela; recordemos el cambio de la agobiante UPAC a la UVR para reducir el ritmo de crecimiento en las cuotas del crédito de vivienda, la protección a vendedores ambulantes, usuarios de la salud, comunidad LGBTI, y que decir del “frenazo” a las aspiraciones del señor Uribe para eternizarse en la presidencia.

Recientemente la Corte flexibilizó el derecho a la eutanasia, en virtud del cual la señora Martha Sepúlveda acudió ante las instancias pertinentes para acceder a dicho derecho, dado que cumplía con los requisitos de ley; el comité médico estudió el caso y autorizó el  procedimiento desde hace varias semanas, pero en vísperas de aplicarse la eutanasia el mismo comité comunicó que ya no autorizaba dicho proceso; esta actitud es totalmente reprobable desde varios puntos de vista, pues de una parte se argumenta  que la Corte no había comunicado la sentencia, algo vergonzoso, torpe y contradictorio, pues con anterioridad cuando se aprobó la eutanasia, tampoco se había producido dicha comunicación; es de anotar  que de acuerdo a normas legales la sentencia no requiere ser comunicada a entidad alguna, pero si obliga desde el mismo momento que la Corte da a conocer su sentencia.   Indudablemente que también se produjeron presiones de parte de nuestro gobierno ultragodo y de los indolentes sectores religiosos, acostumbrados de manera abusiva a imponer creencias. Una vez aprobada la eutanasia es un acto voluntario, es repudiable obstaculizarla o negarla a los no-creyentes al igual que imponerla a quienes tienen fortalecida su fe.

En asuntos de eutanasia y aborto despenalizados, el ejercicio del derecho muchas veces se frustra por trabas y negligencia a nivel oficial o privado, no bastan las sentencias de la Corte sobre el particular; después de la primera sentencia sobre eutanasia de 1997, han presentado doce veces el proyecto ante el Congreso para su reglamentación pero ha naufragado, en el caso del aborto ya conocemos la infinidad de trabas para realizarlo pese a que está despenalizado en tres casos.  Para algunos defensores del régimen es criticable que la Corte subsane graves deficiencias del Congreso, permitiendo el ejercicio del derecho, pero es normal esa negligencia reiterada del legislativo; la incompetencia también se manifiesta en la no expedición de leyes reglamentarias sobre aspectos sociales básicos como el derecho a un trabajo o una salud digna, al contrario para contrarrestar esos beneficios se expidió la ley de sostenibilidad fiscal y así negar derechos fundamentales, argumentando falta de presupuesto o déficit fiscal.