El servicio de hospitalización, en la red pública y privada, está sobresaturado y podría ser catastrófico si no se toman con anticipación las medidas para ampliarla, antes de la propagación del contagio, cuya curva ascendente es irreversible.
RICARDO AREIZA
unidadinvestigativa@lanación.com.co
La crisis del sector de la salud parece hoy la crónica de una pesadilla anunciada. La dramática congestión en los servicios de urgencias y hospitalización evidencian la magnitud de la crisis que se veía venir y que se agrava, ahora, en tiempos de la pandemia.
Los pasillos de las clínicas y centros asistenciales, públicos y privados, colmados de pacientes ante la falta de una cama disponible, refleja la gravedad de lo que venía pasando con la prestación de este servicio público esencial antes de la rápida propagación del virus letal.
El déficit de camas disponibles en la red hospitalaria pública y privada, es alarmante. La excesiva demanda de servicios, antes de la epidemia universal, sobrepasó desde hace rato la capacidad instalada. La hospitalización está hoy sobresaturada y podría ser catastrófica si no se toman con anticipación las medidas para ampliarla, antes de la propagación del contagio, cuya curva puede dispararse.
La crisis de la salud como una hidra de múltiples cabezas se venía incubando en medio de la indiferencia estatal que no dejaba ver el monstruo que se gestaba. Y tuvo que ocurrir esta emergencia sanitaria para comenzar a examinar las enormes limitaciones.
Las clínicas no tienen la capacidad para atender todos los servicios de hospitalización que se requiere para la disponibilidad de camas que requieren pacientes del Huila, Caquetá, Putumayo y Tolima. Y menos, en caso de una progresiva propagación de la coronavirus.
“Estamos convencidos que hay un sub registro porque no se están haciéndolo las pruebas suficientes y por tanto, con mayor razón debemos cuidarnos”, explicó el gerente del hospital universitario Jesús Antonio Castro.
En su caso, además de la adecuación que se hizo del complejo hospitalario, se está adecuando una parte de la torre materno-infantil, para atender a pacientes de Covid-19.
Por ahora estamos proyectando 50 o 70 camas. Los primeros pisos están prácticamente adecuados confirmó.
Igual, la secretaria de Salud de Neiva, Lina Rivas Dussán, anunció que el Centro de Atención Materno Infantil (Caimi), se dispondrá para atención de pacientes que puedan resultar contagiados.
Ante esta realidad, muchas empresas como Comfamiliar y Prohuila, también ofrecieron su infraestructura con este mismo propósito.
En varias regiones, las fuerzas militares, a un lado de sus batallones, comenzaron a levantar carpas acondicionadas para atender pacientes.
Lo grave ahora, es la falta de insumos y dotación. Solamente el Hospital Universitario, declarado en alerta amarrilla, solicitó 50 camas eléctricas de tres planos, 50 monitores de signos vitales con capnografía, 50 ventiladores mecánicos, dos desfribiladores, tres sillas de ruedas, carros de transporte y camillas.
El Hospital Universitario tiene para el uso normal, 50 respiradores artificiales. El hospital de Pitalito solo tiene 10, y la adquisición de estos aparatos puede durar seis meses, según cotizaciones que han presentado uno de los principales proveedores.
El grupo empresarial Mediláser, anunció la apertura de la nueva clínica ‘Abner Lozano’ (antes Esimed) a partir del primero de abril, para incorporarla a su red de prestadores de servicio.
El presidente del conglomerado, José Eugenio Carrera, confirmó que aunque se cuenta con la capacidad instalada para la prestación de los servicios, la hospitalización, sigue siendo un tema crítico.
Hospitales acéfalos
Además, a esta situación se suma los cambios en la dirección de todas las empresas sociales del Estado.
A partir del próximo martes, saldrán de sus cargos, la totalidad de los gerentes de los hospitales del país, por terminación de su periodo. Los cambios pueden resultar traumáticos en esta fase de contención de la pandemia.
Aunque el Gobierno Nacional anunció que prorrogaría el periodo por tres meses, hasta el momento, siguen vigentes los relevos masivos en todos los hospitales al concluir el periodo institucional de cuatro años.