La cuenca hidrográfica del río Las Ceibas quedó definitivamente blindada y será territorio vedado para adelantar proyectos de exploración y exploración petrolera, incluyendo su zona de influencia.
La Agencia Nacional de Hidrocarburos y la multinacional Alange Energy terminaron anticipadamente por mutuo acuerdo el contrato de exploración y explotación petrolera VSM-13 firmado el 16 de marzo de 2011.
La medida, de aplicación inmediata, surtió efectos legales luego de haber sido aprobada por el Consejo Directivo de la ANH, para proceder a la liquidación del mismo, previo el cumplimiento de los trámites y procedimientos legales, confirmó el entonces ministro de Minas, Amílkar Acosta.
“El contrato fue reversado en su totalidad, por mutuo acuerdo con la empresa concesionaria. El Consejo Directivo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, que sesionó virtualmente, aprobó la propuesta de la Alange y dispuso su liquidación”, afirmó el funcionario en diálogo con LA NACIÓN.
La petrolera, filial de Pacific Rubiales, desistió del contrato por la fuerte oposición ciudadana, considerando que ponía en alto riesgo un rico ecosistema. También argumentó razones técnicas y operativas, pero esencialmente la protesta de la sociedad civil y las autoridades precipitaron la decisión. Pero no querían asumir los costos económicos que se derivaban de esa decisión. “Esa circunstancia demoró la terminación y liquidación”, explicó el presidente de la ANH, Javier Ernesto Betancourt.
“La compañía señaló que dada la situación de oposición de la comunidad, la empresa está dispuesta a una terminación de mutuo acuerdo del contrato, sin lugar a pago alguno. No le interesa renunciar al contrato para no tener que efectuar pagos”, precisó el vicepresidente de contratos, Carlos Mantilla.
Triunfó la ciudadanía
La reversión del contrato es una victoria de la comunidad que se levantó para protestar y exigir la cancelación del proyecto.
La jornada de protesta que se había programado se convirtió en una fiesta de celebración.
“Es un gran anuncio que despeja definitivamente las dudas que teníamos sobre la exploración y explotación petrolera en esta zona. El contrato ha sido anulado y la cuenca está a salvo”, expresó el concejal Hernán Motta, promotor del comité cívico que lideró la movilización ciudadana.
“Ahora sí, con el acta de liquidación firmada, podemos celebrar. Es un triunfo de la sociedad civil, una batalla que ganó la ciudadanía”, afirmó Carlos Tovar, miembro del Comité Cívico.