La Nación
La decadencia del imperio 1 20 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La decadencia del imperio

 

Jorge Fernando Perdomo

 

El pasado martes, presenciamos el primero de tres debates entre los candidatos presidenciales, antes de las elecciones del 3 de noviembre en Estados Unidos.

Del resultado de las elecciones, no se determinará el futuro de ese imperio hegemónico, construido por su poder militar y económico desde el fin de la segunda guerra mundial, consolidado con la caída del muro del Berlín, pero hoy en crisis ante la incapacidad de dar respuesta a los problemas internos generados por el desastroso manejo de la crisis sanitaria de la pandemia, la perdida de millones de empleos, una creciente crispación política y social, sumado a los desafíos externos por un liderazgo errático frente a temas tan sensibles como sus relaciones con la  OTAN, la ONU, la OMS, el negacionismo frente al cambio climático, lo que ha permitido el surgimiento de nuevos liderazgos en un mundo ahora multipolar, que conduce a un planeta menos seguro y menos predecible, pues Estados Unidos con todos sus defectos ha sido factor de estabilidad.

Pero esa nación que se forjó en el ideal del sueño americano, como una sociedad abierta, con posibilidades para todos, puede superar el estado de decadencia para construir una sociedad mejor y preservar su rol de preeminencia frente a liderazgos disruptivos como el de la China totalitaria.

Una victoria de Joe Biden, significaría un cambio de liderazgo y el regreso a políticas moderadas de protección social y cooperación con los organismos internacionales para sustituir las ideologías extremistas y neonacionalistas de Trump con su proyecto American First, que peligrosamente han estimulado la presencia de milicias armadas, que cada día ganan protagonismo bajo el lema del Presidente “Ley y Orden” y que se multiplican en medio de las teorías conspirativas de las redes sociales y son consideradas un peligro para las elecciones.

En el debate las acusaciones de parte y parte generaron un clima enrarecido pero advertido, pues se sabía que Trump llegaba a la ofensiva para tratar de reducir la ventaja de Biden, y mientras el Presidente trataba al candidato demócrata de “socialista”, el ex Vicepresidente lo llamaba “payaso” y acusaba por evasión de impuestos.

Pero todo apunta que el 3 de noviembre no se dirá la última palabra, pues mientras el mismo Trump ha sembrado desconfianza sobre la limpieza de la votación en que buscará ser reelecto acusando a los demócratas de estar tratando de manipular las elecciones,  los demócratas señalan que los republicanos van a tratar de robarse la Presidencia.

Si señores no son noticias de una republica bananera; son las acusaciones mutuas de la primera democracia del mundo con un sistema electoral arcaico donde el voto universal no es quien finalmente decide las elecciones.