El dedo en la llaga Con la creación de la Agencia Nacional para la Defensa Jurídica del Estado, se empezó por la parte de atrás y no por el frente como debía ser, esto es, no es con la búsqueda de buenos abogados o coordinándolos que se logra defender al Estado, sino evitando que situaciones de hecho den lugar para que la gente demande. Obviamente, la Agencia es importante, pero no es atacando las consecuencias, sino las causas. Si se nombran funcionarios idóneos y competentes se habrá evitado una demanda. Si la acción de repetición fuera efectiva tendría un mensaje disuasivo. Si no tuviéramos tantos Sigifredos en las cárceles o si los órganos de control como la Procuraduría o las superintendencias no sancionaran sin fundamento, si se presta el servicio de forma adecuada, si se tapan los huecos, si no se echan a los empleados sin una debida justificación, no tendríamos demandas. Como señalo eso no es de buenos abogados, sino de controles para evitar que se llegue a esa situación. Y ahora le han caído rayos y centellas al abogado que lleva la defensa por el caso del Palacio de Justicia. Al parecer los periodistas no se han leído las 346 páginas del memorial y hay que hacerlo. Se compartan o no los argumentos, se debe decir que es una defensa seria y adecuada, de una persona experta en derecho internacional, que sigue una línea o estrategia. Por ejemplo, plantea la aplicación del Derecho Internacional Humanitario, como lex specialis para quitarle competencia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Asimismo, la aplicación de la ley penal en el tiempo referente a la Convención sobre Desaparición Forzada; en fin argumentos que ni con el doctor Nieto, ni con ningún abogado se logrará algún tipo de éxito en esa instancia. La Comisión es ante todo un órgano político y así resolverá. Recuerdo cuando estaba con el Ministro de Defensa y el alto mando militar escuchando al doctor Ibañez, primer abogado del caso. Hizo una cosa que me pareció seria y dio las probabilidades de éxito centrándolas en un 40%. Solo pensé para mis adentros, que era muy alto, yo le hubiera dado no más de un 5%. El hecho cierto es que el doctor Nieto trazó una estrategia de defensa frente a un caso muy difícil de defender y siguió esa línea. Al final no entiendo, nos quejamos de una mala defensa en el caso de San Andrés en La Haya y cuando tenemos una defensa que hace hasta lo imposible en el caso del Palacio de Justicia lo criticamos. ¿Al fin qué?