La Nación
La desobediencia civil es legal y legítima 1 18 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

La desobediencia civil es legal y legítima

Alexander Molina Guzmán

 

El senador Gustavo Petro hizo un llamado a la desobediencia civil: no enviar a los niños a las escuelas, no pagar servicios públicos y no reconocer un gobierno que él considera ilegítimo porque llegó al poder de manera fraudulenta. Los gobiernistas y amigos del establecimiento, le cayeron con toda por considerar que es una postura “irresponsable e invita al caos”. Pero en el año 2016, el Centro Democrático, incluyendo a Iván Duque, quien era senador en ese momento, invitaron a la resistencia civil contra el plebiscito por la paz, y con engaños y manipulaciones mediáticas lograron que ganara el “No” al acuerdo de paz. Ahí sí consideraron que la resistencia civil “era buena”.

 

Hay que decir, siendo objetivos, que la desobediencia civil no es un invento de petristas ni de uribistas; que es “mala” si la propone Gustavo Petro, pero que es “buena” si la propone Álvaro Uribe. La desobediencia civil es una protesta excepcional amparada por la Constitución y la ley colombiana, y también por normas internacionales. Por eso es legal, porque constitucionalmente está amparada y lista para que cuando una persona o un grupo de personas decidan ejercer ese derecho lo hagan, y por eso es legítima; de hecho, la desobediencia civil está relacionada con el libre desarrollo de la personalidad, con la libertad de expresión, de asociación…con el derecho a la libertad en toda la extensión de la palabra. La desobediencia civil se expresa cuando la gente sale a protestar; cuando un médico, se niega a seguir procedimientos no éticos en el ejercicio de su profesión; cuando un policía, se niega a desalojar a alguien porque considera que eso no es justo y entrega hasta su arma y uniforme como protesta contra esa injusticia; cuando alguien, se niega a prestar servicio militar como objetor de conciencia. O miren la postura del arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve, dijo que había una “venganza genocida” del gobierno de Duque contra el acuerdo de paz. Esa es una posición de desobediencia civil no solo contra el gobierno, sino también contra la iglesia que él representa. No engañemos a los ciudadanos, la desobediencia civil es legal y legítima.

 

Y que los profesores no engañen a sus estudiantes, impresionando con citas de pensadores, tratando de decir que la desobediencia civil no es legal ni legitima. No sean difamadores. Esos pensadores que citan, como Rousseau, tenían claro que la desobediencia civil es legítima. Estudiantes, sean librepensadores, ejerzan la desobediencia civil contra una educación que los trata como esclavos. Eso es legal y legítimo.