La Nación
La dureza del virus 1 25 abril, 2024
EDITORIAL

La dureza del virus

Tal como ha ocurrido en otras latitudes del mundo, los hogares geriátricos huilenses se convirtieron en lugares fuertemente vulnerables frente a la acción del coronavirus.

Las cifras son dramáticas y no pueden ser miradas a la ligera: hasta el jueves pasado se reportaban 126 contagios y nueve fallecidos. El hogar geriátrico ‘San José’ del municipio de Pitalito, por ejemplo, tenía 24 contagiados con un fallecimiento. En este centro de protección al adulto mayor, se infectaron además ocho cuidadores de los ancianos.

La misma Secretaría de Salud del Huila ha reconocido que los ancianatos son los conglomerados del departamento que presentan la tasa más alta de positividad –casos confirmados sobre pruebas procesadas—con un indicador del 69%, lo que supone que el virus se está propagando fácilmente en el interior de estos asilos.

Lo que está pasando en estos lugares refleja la dureza del virus, a pesar de la falsa sensación de normalidad tras la reapertura económica del país desde el pasado primero de septiembre. El coronavirus sigue siendo una amenaza real que sigue ahí.

En ese orden de ideas, es necesario que los protocolos de bioseguridad no sean descuidados. En estos albergues de personas mayores con enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes, las medidas para evitar la propagación del coronavirus deben ser implementadas de manera rigurosa.

Las autoridades de salud, por su parte, están llamadas a fortalecer sus cercos epidemiológicos y a hacer un acompañamiento en los lugares que pueden representar focos de contagios masivos.

Mientras a nivel nacional, los contagios han venido presentando una reducción, en el Huila, poco a poco, se avanza hacia el pico de la pandemia, algo que debe llamar la atención de la ciudadanía en el sentido de que son necesarias las medidas de autoprotección como el uso permanente y correcto del tapabocas y el lavado frecuente de manos, así como evitar las aglomeraciones.