La Nación
“La economía se nos vino abajo, estamos subsistiendo” 3 28 marzo, 2024
ECONOMÍA

“La economía se nos vino abajo, estamos subsistiendo”

En una ciudad agobiada por el covid-19, actores claves como los taxistas hacen más llevadero el confinamiento impuesto a la ciudadanía. Sus motores, son válvulas que oxigenan la dinámica económica de la capital huilense. Pero, ponerle el pecho al virus, no es fácil.

Lucía Sánchez

Temadeldía@lanación.comco

Se podría pensar que, en una ciudad solitaria, donde el libre desplazamiento es concedido por escasas horas y urge un transporte público para ir y volver a un destino, los taxistas son ‘reyes prósperos’, pero no parece ser así. El trajín de días pasados es ahora una añoranza en medio de la crisis económica que también los embarga.

De acuerdo con los decretos que reglamentan el aislamiento, los taxis pueden seguir prestando el servicio, siempre y cuando sea solicitado por aplicaciones o llamadas telefónicas.

¿Cuál es el impacto de esta medida?. De los 2.196 taxis que hay en Neiva, menos de la mitad tienen radioteléfono, el dispositivo que les permitiría trabajar en esta época y que cuesta alrededor de $400.000, más $ 80.000 de instalación y $ 50.000 mensuales por su uso.

Y si es por aplicación, el panorama no es muy diferente. Para utilizarla mínimo deben tener un smartphone y un plan de datos.

Edinson Bernal de 37 años, es uno de los 140 conductores de Aerotaxis Neiva, que continúan recorriendo la ciudad, los 110 restantes afiliados a la empresa no han tenido la posibilidad de trabajar por no contar con plataformas o radioteléfono.

En sus 12 años siendo taxista nunca imaginó tener que sortear un riesgo más peligroso que la inseguridad, un virus mortal, sobre todo por la diabetes que padece. Pero, ser cabeza de hogar y tener un padre de 60 años, lo empuja día a día a las calles de una ciudad con 31 casos y 2 muertes por covid-19.

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“Le estamos poniendo el pecho a la situación, con el covid-19 nos toca tomar muchas medidas de seguridad como portar guantes, tapabocas y cargar alcohol para desinfectar constantemente el vehículo; a mí me pagan y lo primero que hago es echarle alcohol al billete para tratar de desinfectarlo”, explica el conductor.

Como cualquier persona en el mundo donde el virus ha impactado, su rutina laboral ha cambiado totalmente; la noche dejó de ser una jornada productiva y ahora comparte turnos en el día para no irse a perdidas. “La economía se nos vino abajo, estamos subsistiendo. El objetivo es llevar el alimento a casa y ayudar a la gente, porque la verdad estamos en riesgo, no sabemos a quién estamos recogiendo”, cuenta Bernal.

La otra cara

Pero esos servicios que tiene ahora Edinson, la mitad de los que se generaban antes, entre 10 y 15, son una oportunidad de obtener ingresos con la que ya no cuenta Juan Carlos Embús. A este hombre de 44 años las facturas y el sustento económico familiar lo agobian, pues tuvo que guardar su taxi cuando empezó la pandemia, al no contar con plataformas o radioteléfono para ofrecer su servicio.

“Uno mantenía del día a día, además, el taxi mío es el sustento de dos familias, de la mía y la de un señor de 67 años que hacía turnos en el día”, narra el hombre que lleva cuatro años en el oficio y que hoy pide apoyo gubernamental, pues los ahorros se le agotan y la cuota del vehículo da espera.

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Los que subsisten 

Y es que esa vanguardia tecnológica de la que tanto se habla en la actualidad, es la que precisamente ha dibujado dos panoramas distintos para los taxistas en la ciudad. De acuerdo a Luis Arias, gerente de Aerotaxis Neiva, empresa representativa del sector con 250 afiliados -de los 2.196 que ruedan por la ciudad-, la gente está solicitando servicio puerta a puerta, pues solo así lo permite el decreto de aislamiento obligatorio.

“Estamos hablando de 600 u 800 servicios por turno. Los que están afiliados a nuestra empresa no les ha ido tan mal (140 están trabajando) como a los otros taxistas que de pronto no tiene plataforma ni radioteléfonos. La demanda de servicios no se ha visto muy impactada, la diferencia de antes a ahora son 200 servicios”, esboza el gerente.

Por su parte, José Luis Chacón director de la Asociación de Propietarios de Taxis de Neiva (Asoprotax), dice que la pandemia es una realidad que ha impactado en lo económico y social. “La mayoría estamos confinados. Están laborando únicamente los vehículos y personas que tienen plataforma satelital y los que tienen radioteléfono”. Argumenta que a la fecha no han sido beneficiarios de ayudas económicas y dotación de víveres por parte de la Alcaldía, tan sólo, a inicios del contagio, la Secretaría de Salud les tomó la temperatura e hizo limpieza a los vehículos.

“Además de la exposición al virus, estamos siendo víctimas de atracos, en estos días de pandemia se han presentado 4 casos. El más desafortunado ocurrió el lunes de esta semana, cuando un compañero llevó tres mujeres al barrio Las Palmas y resultó apuñalado por quitarle el producido. En los otros no ha habido heridos. Estamos pidiendo seguridad, los delincuentes se aprovechan de la soledad de las calles”, denuncia el líder taxista.

Mientras estar confinados se vuelve una rutina en los hogares opitas, en momentos en que el virus no deja de sumar casos, asumiendo riesgos los taxistas continúan siendo parte de los servicios que mantienen el equilibrio en los suministros familiares, llevándose a casa un promedio de 100 mil pesos luego de realizar entre 20 y 30 carreras.