A 20 minutos del municipio de La Plata, en la vía a El Pital, se encuentra San Andrés, un caserío cuya fundación data de 1882. Muchas costumbres allí son tan viejas como la fe y devoción que hay por Santa Lucía, la Virgen de Siracusa, Italia, representada frecuentemente con dos ojos que sostiene en una de sus manos y considerada sanadora y protectora de los enfermos de la visión.
La vida en San Andrés gira en torno a una laguna, que según el historiador Manuel Pobre, de 80 años de edad, ha sido lo que más se ha tratado de conservar y aunque las áreas forestales cada vez son más despobladas, “el espejo de agua se mantiene”.
“Aquí son muchos los feligreses que llegan para empaparse en agua. Algunos salen con su visión restablecida, pero todo gracias a Santa Lucía, cuya imagen se mantiene en el lugar”, dice Pobre, quien se ha convertido en guardián del lugar.
Y es que toda esta zona de La Plata y El Pital tiene su historia. Cuentan que en épocas pasadas, habitantes y devotos se disputaban abiertamente la Virgen que los protegía. Incluso algunos hablan de una enorme serpiente que cuidaba la imagen de Santa Lucía.
“Lo que sabemos por nuestros antepasados es que la grande serpiente cuidaba el sitio. Tenía unos ocho metros y parecía un tronco, pero causaba daño en el ganado y otros seres que se acercaban. Una vez fue maldecida por el sacerdote monje que vivía con la comunidad, que le arrojó una cruz de acero, obligando a la serpiente a salir del lugar en donde mantenía, produciendo un gran derrame del caudal, avalanchas y daños naturales, que dejó como resultado el descubrimiento de la laguna, que permanece en la parte alta de San Andrés”, narra el historiador, a quien los visitantes escuchan con atención.
Inicialmente, la laguna tenía un espejo de agua de seis hectáreas. Sin embargo, con el paso del tiempo, se ha reducido a sólo una hectárea. Los habitantes de la región se quejan permanentemente que nunca han existido políticas para conservar este lugar de agua natural.
UN ENCUENTRO CON LA HISTORIA
Llegar hasta San Andrés es además encontrarse con la historia de una región evidenciada en la capilla, que pertenece a la última década del siglo XIX. Sobre su fachada existe tallada la fecha de 1882, año en que se concluyó su construcción. La capilla, de una sola nave y tres cuerpos con remate piramidal, hoy está siendo restaurada. “Es una capilla de un alto grado de arquitectura colonial”, asegura Pedro Camero, historiador y guía turístico de la región, quien recuerda que no es una capilla más sino que es un santuario y monumento cultural.
El periodista, Pedro Ospina Andrade, asiduo visitante de lugares religiosos, destaca la gran afluencia de devotos, muchos de ellos con enfermedades como glaucoma, cataratas y otros males visuales, a San Andrés, un centro poblado de ocho veredas y cinco mil habitantes. “Aquí en San Andrés la romería de fe es todo el tiempo”, sentencia el comunicador.
La romería de devotos de la Virgen de Santa Lucía es permanente.
Santa Lucía es la patrona de San Andrés, municipio de La Plata.