Esa es la analogía más precisa para describir el estado actual del gramado del máximo escenario deportivo de los huilenses, está en pésimas condiciones, la dejaron acabar y esperan un milagro regándola con agua día y noche para poder jugar el partido del próximo domingo 5 de febrero contra Patriotas.
Los huilenses están indignados, al ver estas imágenes tomadas por el periodista deportivo Jota Bobadilla, piden responsables y que se restituya la grama al estado ideal, no pueden creer que la inversión de más de 1.600 millones de pesos que se hizo para mejorarla se vaya a la basura como si nada.
Su estado saltó a la vista luego que se iniciaran con las pruebas de cargas en las tribunas con el fin de que con estudios técnicos se pudiera habilitar la entrada de público para los otros partidos como local del Atlético Huila.
En el mes de octubre del año pasado cuando la Dimayor autorizó por primera vez al conjunto opita para jugar a puerta cerrada, se había presentado la misma situación, la grama estaba quemada y se había dañado, ya no parecía el tapete verde que llenó de orgullo a los huilenses en febrero del 2016 cuando la estrenaron.
El problema radica en que nadie se quiera hacer cargo del mantenimiento de la cancha, en primera instancia el Consorcio Estadio 2014 manifestó que se la había entregado al Municipio cuando terminó la colocación de un moderno drenaje y la instaló de nuevo.
Luego el Gobierno Local aseguró que no la había recibido y que cuando lo hicieran el Atlético Huila debería velar por su buen funcionamiento y estado, porque ellos son los que la utilizan.
Pero al final no pasó nada, desde que ocurrió la tragedia el 19 de agosto del 2016, se paralizaron las obras de remodelación del estadio en su totalidad, aunque la grama ya estaba lista y en óptimas condiciones, nadie se volvió a preocupar por su mantenimiento.
Ahora que la Dimayor autorizó a las directivas del conjunto auriverde jugar como local de nuevo a puerta cerrada, la preocupación notable es el nefasto estado del campo de juego, que deja mucho que decir y que no está a la altura del rentado del fútbol nacional.
Recordemos que desde el 2016 la cancha cuenta con todas las especificaciones exigidas por la FIFA y con una longitud de 105 metros por 72 metros de ancho. Durante seis meses el contratista asumió el mantenimiento del gramado, considerado uno de los mejores del país, pero luego manifestó habérselo entregado al Municipio y al fin no se sabe a ciencia cierta quién debía mantenerlo en buen estado hasta la fecha.
Fotos: Jota Bobadilla.