La Nación
COLUMNISTAS

La historia oscura. Por Ramiro Adolfo Muñoz

Los canales de televisión están sirviendo solamente para la formación de criminales.  El cuento trajinado que  “quien no conoce la historia está condenado a repetirla” ha sido suficiente, y ya conocemos esa historia oscura del país mil veces pero no hay quién detenga esa cantidad desbordante de escenas dantescas televisivas recordando lo ocurrido en los últimos años en Colombia. ¿Acaso no hay buenas historias por contar sobre nuestro país? ¿Acaso no tenemos buenos personajes históricos por exaltar? ¿Por qué se debe exponer de manera tan reiterada la vida de oscuros personajes que tanto daño le han hecho a la sociedad? Dirán que todo obedece a la pauta comercial, mantener viva la llama del masoquismo del televidente y generar jugosos recursos económicos. Pero este ejercicio solamente está conllevando a generar unos referentes equivocados en los jóvenes, quienes son los principales televidentes, y desvían su forma de pensar hacia estereotipos negativos. La evidencia son las deformidades crecientes que uno ve en la sociedad cuando vemos altos índices de delincuencia, aumento del consumo de narcóticos o el alcoholismo en los jóvenes. Comportamientos negativos que generan un retroceso en el desarrollo de la sociedad y un futuro opaco porque esos jóvenes estarán en algún momento al frente del país. Los colombianos tenemos que reaccionar positivamente, reaccionando en contra de las malas prácticas televisivas, no tanto apagando el televisor sino generando un cambio en nuestro comportamiento haciendo ver que estamos cansados de tanta violencia y propiciando cambios estructurales en la legislación de las comunicaciones. Si la sociedad se une frente a esta situación mucho se podría lograr, porque los cambios no los genera un sector de la sociedad sino todo un país. Los canales pueden llegar a replantear su forma de atraer televidentes con mensajes más positivos que exaltar la vida de Escobar o de Lehder. Otro camino podría ser para la televisión si se reviviera un programa como Naturalia o se exaltara la vida de Luis Carlos Galán, de Rodrigo Lara Bonilla o de Alfonso López Michelsen. ¿Por qué no se habla sobre la “chiva” en cerámica de Pitalito? O sobre historias sencillas de personas que tanto le sirven a la sociedad y pasan su vida en el anonimato. Estos referentes son los que necesitamos para forjar una mejor sociedad, una sociedad empeñada en mejorar su comportamiento y en explorar mejores caminos de reconciliación. La gente pregunta: ¿Por qué hay tanta violencia en Colombia? Yo le respondo: siéntese media hora a ver la televisión colombiana y encontrará la respuesta. ramiromunoz@live.com