En menos de 24 horas, dos crímenes han generado profunda conmoción en el Huila. Como es de conocimiento público, en el municipio de Pitalito, en el sur del departamento, fue asesinado el comerciante Hernando Castro Ortíz, de 58 años de edad, quien fue atacado a bala por sicarios. Algo similar ocurrió en el municipio de Algeciras, en el oriente huilense. Un pistolero abordó a la exmilitante de la Unión Patriótica, Mireya Hernández, y le disparó en varias oportunidades.
Ambos casos deben ser investigados y los responsables puestos a buen recaudo de la Justicia. La Policía, la Fiscalía y demás organismos de seguridad del Estado tienen el reto inmenso de no dejar que estos asesinatos que tanto impacto han desatado en la opinión pública caigan en la impunidad.
Desde esta misma tribuna, hemos advertido sobre la alta tasa de impunidad alrededor de los homicidios que se han venido registrando en el departamento del Huila. Lo mínimo que el ciudadano del común espera es que, ante la ocurrencia de un hecho delictivo en el casco urbano de un municipio, la Policía, responsable de la seguridad ciudadana, actúe diligentemente y capture a los autores.
Los nuevos Alcaldes, muchos de ellos que en campaña se quejaban de la constante inseguridad en sus municipios, deben mostrar de qué están hechos y ejercer como verdaderas autoridades de Policía. Los mandatarios, que se están estrenando en sus cargos, no pueden permitir que en sus regiones pistoleros a sueldo deambulen por las calles y cometan hechos delictivos, sin ser capturados.
“La ciudadanía huilense exige de la Policía, el Ejército y la Fiscalía resultados palpables frente a la lucha contra los homicidios. No se trata sólo de salir ante los medios de comunicación y anunciar recompensas e investigaciones”