Utilizados para facilitar a los directores técnicos a identificar las posiciones de los jugadores en sus esquemas de juego, los dorsales de las camisetas han adquirido con el tiempo un valor que oscila entre el prestigio y la superstición. Y el fútbol, como siempre, no deja de darnos interesantes ejemplos.
Al igual que el futbol, el uso de los dorsales surge en Inglaterra a principios del siglo XX. Sin una identificación propia, el público de la época no podía comprender el rol y la participación de los jugadores en forma individual debido a su difícil identificación a la distancia.
La idea que cambio al fútbol
En 1928 esta situación cambio el Arsenal F.C , implementan el uso de grandes números negros sobre cuadros de tela blanca en los uniformes en un partido contra el Sheffield Wednesday Football Club, a fin de poder ubicar la posición de los jugadores en el campo.
Con una simple y practica asignación según la posición, desde el número uno para el portero, 2 y 3 para los defensas centrales, y así sucesivamente hasta llegar a los extremos delanteros con el 10 y el 11; tanto los directores, jugadores y en especial el público, podían seguir la acción con más detenimiento.
Esta idea rápidamente se expandió por toda Europa, y en 1929 se introdujo en Suramérica cuando el Chelsea F.C va de gira a jugar en Argentina, Paraguay y Chile, llegando a ser apodados como los “numerados” por la afición local. Desde entonces, todos los equipos del continente empezaron a usar los dorsales adoptándolos a sus propios estilos de juego. Ejemplo de ello ha sido Brasil quien fiel a su 4-2-4 como formación tradicional se basó en ella para asignar sus dorsales, razón por la cual la figura del centro campista adquiere su afamado 10.
El amor por la camiseta
En la medida que el fútbol se popularizaba ciertos dorales se hacían más codiciados según el renombre de los jugadores que los utilizaban. El 1 de Iker Casillas y Buffon, el 5 usado por Zidane, el 7 por Luis Figo y Cristiano Ronaldo, y el 10 inmortalizado por grandes como Pelé, Maradona, y Messi, actualmente considerado el mejor jugador del mundo por aficionados y casas de apuestas como las reseñadas por Bonusfinder Colombia. Se especula mucho con la suerte del número de camiseta de los jugadores, esto influye incluso a la hora de apostar, lo cual se ha vuelto muy popular y es por ello que, al comparar las diversas casas de apuestas con Bonusfinder, podemos ver diferentes opciones a elegir. Todos estos números han adquirido estatus de culto por aficionados y las nuevas generaciones de jugadores, quienes las portan con total orgullo, e incluso las consideran su amuleto de la suerte a la hora de apostar.
Otros números en cambio no gozan de la misma popularidad El 13, número maldito para muchos, parece haber sido reivindicado por otros jugadores. Sus más célebres usuarios han sido Eusebio la Pantera Negra del Benfica; Michael Ballack centro campista clave de la selección alemana en el Mundial Corea-Japón 2002; y más recientemente, por el guardameta Claudio Bravo, ganando dos copas de Europa y dos Ligas durante las 3 temporadas que militó con el Barcelona. Una prueba más de que la superstición solo está en la psicología del jugador.
Portar un dorsal va más allá de la superstición o el sentido práctico. Para un jugador representa su reconocimiento como parte del equipo, mientras que para el fanático es una conexión con el fútbol, un deporte que nos une y del seremos siempre parte de su historia.