Jorge Eduardo Géchem Turbay y Julio Enrique Ortiz Cuenca fueron algunos de los políticos huilenses que se deleitaron con la gastronomía de Nohora Montealegre. Hoy sus familiares le darán el último adiós en horas de la tarde.
Nació en Hobo, pero había pedido que el último adiós se lo regalaran en Neiva y así será; las exequias de Nohora Montealegre tendrán lugar hoy en Jardines El Paraíso en horas de la tarde, confirmó su familia.
La señora Nohora deja un enorme legado de enseñanza en la tierra que la vio crecer, en sus familiares, vecinos y amigos, quienes la recordarán por sus almojábanas, cucas, pan de yucas, bizcochuelo y achiras, comercializados durante más de 50 años en la plaza central del pueblo.
En su cubículo ya no estará presente nunca más de manera física, pero sus recetas, replicadas por algunas de sus hijas la inmortalizarán. Los alimentos tradicionales que aprendió a preparar fruto de la enseñanza de abuelos y tíos, deleitaron paladares de propios y visitantes, y hasta de políticos.
“Mi mamá fue muy querida por el señor Jorge Eduardo Géchem Turbay, Julio Enrique Ortiz Cuenca, Reinaldo Ramírez Castañeda y también por muchos alcaldes del municipio; ella no era una mujer de estudio, pero fue muy querida por los políticos, aunque no terminó su primaria, tenía la chispa para poderse defender, hablar ante el público”, recordó Ninfa Jiménez Montealegre.
Fue tal la acogida que tuvieron sus almojábanas, que muchos terruños no temen en asegurar que el municipio de Hobo resonó a nivel nacional gracias a este alimento.
Querida por muchos
En Hobo la mayoría de personas expresaban su cariño hacia la señora Nohora por haber sido quien transmitió su conocimiento a gran parte de la población, y ser generadora de empleo; pero ello también le ocasionó algunas enemistades.
“Yo soy docente, ahora en estos días que mi mamá estaba enferma, yo me había hecho cargo de la panadería y el decir de la gente era que cómo una maestra estaba vendiendo, pero nadie sabe lo de nadie. A mí no me avergüenza y de ahí surgí para ser lo que soy”, relató Ninfa.
“En cuanto mi mamá comenzó a surgir, también se presentaron malos comentarios, pero mi madre siempre fue correcta. Nosotros nos sentimos orgullosos de ella, fue muy solidaria con las personas, nunca fue egoísta, por eso tal vez se ganó el cariño de la gente. Ella nos decía ‘hijos, donde haya más competencia, más se vende’, es duro repetir sus palabras, ya el señor se la llevó”, continúo contando.
Hasta sus últimos días
Hace nueve años le diagnosticaron insuficiencia renal y pese a ello la señora Nohora continuaba trabajando. Su hija Ninfa detalla que no lo hizo todo el tiempo, pues junto con sus hermanos le decían que era mejor quedarse quieta, “por eso ella dejó un poco el ejercicio, pero siempre seguía estando muy pendiente de lo que había hecho durante toda su vida…; el médico también nos aconsejaba que se lo permitiéramos”.
El amor por este tipo de gastronomía lo heredó de sus antepasados. María del Carmen Sánchez, abuela de la señora Nohora también se desempeñó en el oficio, al igual que sus tías, “ahora somos nosotras las que quedamos con eso”, enunció Ninfa.
Nohora Montealegre murió a los 71 años de edad, debido a una insuficiencia renal que venía padeciendo desde hace tiempo. En los últimos días se descompensó y eso le causó el deceso.
Sus seis hijos, Jairo, Nubia, María, Ligia, Nurys y Ninfa Jiménez Montealegre, le darán el último adiós hoy a la 1:00 p.m.
Mediante redes sociales la ciudadanía de Hobo ha lamentado el fallecimiento de la señora Nohora y han enviado mensajes de gratitud, y hacia su familia voces de fortaleza.
“Una mujer representante de nuestro municipio, que los años ya le pasaron y hoy nos abandona. Mi sentido pésame para Nurys Nidia Jiménez Montealegre y sus familiares. Una pérdida triste, sólo queda agradecerle por lo que hizo esa valiosa mujer por nuestro municipio. Hoy a ella debemos el nombre que en Colombia nos distingue como “el Hobo, Parador de las almojábanas más deliciosas del país y de las cucas calientes”, un honor haberla tenido entre nosotros. Que descanse en Paz y que San Pedro abra sus puertas para darle la bienvenida al cielo”, expresó Mónica Liliana Toledo Jiménez.
