Yamid Sanabria
Escribir sobre lo más básico termina siendo lo más complejo, así es el alcalde de Neiva. Luego de la audiencia de imputación de cargos en el proceso que adelanta la fiscalía en su contra, la opinión pública está entre odios y amores, eso marca un poco el fenómeno político que es Gorky.
Un maestro de obra que llegó a ser alcalde en una sociedad tan desigual es todo un mérito, un logro para sectores que jamás han tenido acceso a oportunidades educativas o laborales. El filósofo Michel Sandel en su libro la Tiranía del Mérito, explica como las sociedades han construido alrededor de los títulos un “aire de superioridad”, porque sin estudios, las personas no tienen mucho valor para el mercado; y esto alimenta un malestar en quienes no han logrado ese “ascenso social”, por llamarlo así. Sandel también explica como esto incide en la democracia, ya que las personas buscan verse reflejados en la esperanza de lo que quieren tener, esa superación personal lo hizo alcalde.
Gorky “viene de abajo”, pero el problema es que no sabe para donde va, con la incapacidad técnica de muchos de sus secretarios en los debates de control político en el concejo, la presunta falta de ejecución del plan de desarrollo, la percepción de mal manejo financiero, el incremento en los índices de inseguridad, la desorganización en el micro centro, la falta de pago a los contratistas de prestación de servicios, entre otros (mejor no hablar de su vida personal); es la mezcla perfecta para generar desconfianza y bajos niveles de aprobación que no se miden con “likes” en las publicaciones de redes sociales, y no basta con buscar culpables o señalar detractores, debe ser con respuestas a estos problemas estructurales.
La justicia determinará su culpabilidad, los grupos políticos sus intereses y la ciudadanía su afecto, indiferencia o antipatía por el alcalde. El escritor Mario Mendoza habla que todos debemos dejar una obra o enseñanza en el paso por este mundo, ¿Cuál será la obra que dejará Gorky?