En un abrir y cerrar de ojos la pandemia del COVID-19 cambió nuestras vidas. Poco a poco la virtualidad se convirtió en el método para seguir con las labores cotidianas como el estudio y el trabajo. Todos los sectores se vieron afectados, aunque unos más que otros.
Lucía Sánchez
En la noche del 19 de marzo, el gobernador del Huila, Luis Enrique Dussán López, declaraba toque de queda desde las 8:00 p.m. de ese jueves y hasta el 20 de abril a las 5:00 a.m., momento en que el departamento registraba 9 contagios de COVID-19, todos en Neiva. Asimismo, a través de un segundo decreto, prohibía durante las 24 horas del día de ese puente festivo, la movilización general de toda la población por las carreteras huilenses. Para entonces, lo que venía era insospechado.
Entre tanto, a través del Decreto 0317, el mandatario de los neivanos, Gorky Muñoz Calderón, adoptaba nuevas medidas para afrontar la emergencia sanitaria. La Administración Municipal igualmente limitaba la libre circulación de vehículos y personas en Neiva, entre las 8 de la noche del viernes 20 marzo y las 5 de la mañana del martes siguiente.
Un día después, con 158 contagios en el país, en una decisión sin precedentes, el presidente Iván Duque, en el marco de la emergencia nacional declarada el 12 de marzo, decidió atender la solicitud del sector de la salud y declaró cuarentena total en Colombia desde el 24 de marzo y hasta el 13 de abril. Nada volvió a ser igual. La vida del país se paralizó; meses después, poco a poco la virtualidad se convirtió en el método para seguir con las labores cotidianas como el estudio y el trabajo.
La virtualidad: reto para la educación
La coyuntura por cuenta del COVID-19 desnudó las deudas históricas que tiene el Estado con los niños, niñas y jóvenes en materia educativa, pero estas falencias se han hecho más notorias en el área rural y comunidades vulnerables.
En abril, el Gobierno Nacional determinó que, para dar continuidad al calendario académico, desde el 19 de ese mes se optaría por la educación virtual mediante la implementación de mecanismos tecnológicos.
Para el Huila, llevar a cabo este proceso ha sido complejo dado su gran porcentaje de población rural y rural disperso, donde difícilmente existe acceso a las tecnologías de la información y la comunicación.
El departamento cuenta con una cobertura de internet de solamente 25,7%, muy por debajo de la media nacional en 43,4%, de acuerdo con el último censo nacional de población y vivienda, realizado por el Dane.
En la Secretaría de Educación del Huila se registraron a inicios de 2020, 132.300 personas matriculadas, incluyendo adultos y jóvenes, y excluyendo Pitalito y Neiva. Se cuenta con 1.454 establecimientos y sedes educativas, de las cuales aproximadamente el 65% están ubicadas en el área rural.
Ante ese panorama, los docentes en el área rural tienen iniciativas para que los estudiantes accedan a su derecho a la educación, aunque no necesariamente por medios virtuales. Los profesores optaron por medidas alternativas como textos, guías, libros y proyectos.
Sector salud, contra las cuerdas
Afrontar en primera línea la batalla contra el COVID-19 no ha sido sencillo para el personal de salud del departamento del Huila, que ve en la Ley 100 una barrera para la garantía del derecho a la salud y el goce pleno de sus garantías laborales.
Las protestas de los ‘héroes de bata blanca’ fueron protagonistas este año, en el que también se desnudó la crisis del sector salud. La exigencia de elementos de protección personal y garantías salariales para hacerle frente a la pandemia eran las peticiones de cientos de trabajadores de la salud en el país, pero también en el Huila, donde en municipios como Neiva, Garzón y La Plata se desarrollaron diferentes plantones.
Pero sin dudas, el COVID-19 puso al sector salud contra las cuerdas. El Instituto Nacional de Salud -en la evaluación que ha realizado a través del sistema de vigilancia- confirmó recientemente que 21.728 trabajadores de la salud se han recuperado, tras superar los síntomas algunos en las Unidades de Cuidados Intensivos mientras que otros han estado en la casa, pero 107 han fallecido.
Los mayores contagios se han presentado en los médicos, enfermeros, auxiliares de la salud, odontólogos, psicólogos, bacteriólogos, terapistas respiratorios, seguridad y camilleros. Las regiones que más contagios han registrado son Antioquia 6.747, Valle del Cauca 4.199, Meta 1014, Barraquilla 763, Cundinamarca 726, Boyacá 567, Norte de Santander 507, Cartagena 429 y Huila 404.
Las diferentes organizaciones médicas señalaron que la gran mayoría de los contagios de los profesionales de la salud han sido ejerciendo sus actividades profesionales en clínicas y hospitales del país, y rechazan estas cifras indicando que hay un subregistro.
El turismo, un sector golpeado
Un sector económico que se vio seriamente afectado por las medidas restrictivas en el marco de la pandemia fue el turismo. Según un estudio de la Universidad Externado de Colombia, la pérdida es equivalente a 20,1 billones de pesos, que podría representar el 1,5 por ciento del PIB de Colombia del año 2020. Lógicamente el Huila no ha sido ajeno a las afectaciones en este sector, por lo cual, la Gobernación en el Plan de Reactivación Económica incluyó el Fondo de Economía Naranja y Turismo.
El mandatario, Luis Enrique Dussán López, aseguró que, en el proceso de reactivación económica, es indispensable reactivar el fondo de economía naranja, creado por la Asamblea Departamental, capital semilla para emprendedores y todo un proceso de desarrollo empresarial, de acompañamiento, de formación empresarial, y así lograr una serie de acciones pertinentes y acorde a las necesidades actuales.
Entre tanto, para el sector turismo, señaló que tiene un paquete de medidas para impulsarlo. “Para este sector que muy seguramente es el más afectado y golpeado con este tema de la pandemia, tenemos una mesa de trabajo permanente en busca de alternativas, buscando lograr reactivar este sector, todo este proceso construido regional y territorialmente, lo estamos colocando en consideración del señor presidente Iván Duque, buscando así un apoyo económico y enriquecer estás estrategias de reactivación del Departamento del Huila”, concluyó.
El transporte no se salvó
El sector transporte no se salvó de las afectaciones por la emergencia sanitaria. Mediante el Decreto 1076 del 28 de julio se establecieron pocas excepciones autorizadas para permitir la movilización de personas por tierra.
En el Huila, para el mes de agosto, un total de 18 municipios quedaron autorizados para reactivar el transporte público de pasajeros y mixto por parte del Ministerio del Interior.
Actualmente, si bien ya no hay ningún tipo de restricciones para movilizarse, todos los vehículos de transporte deben estar dotados de los elementos de bioseguridad necesarios para la desinfección. Antes de cada viaje, la empresa debe desinfectarlos y establecer en ellos un distanciamiento de pasajeros de modo que se ocupe un 50% de su capacidad.
Lo cierto, es que el país y en el mundo, en general, no volverá a ser igual después del coronavirus. Incluso, con poscas restricciones impuestas para hacer frente a la pandemia, el COVID-19 seguirá afectando nuestras vidas de muchas maneras.