Rodolfo Valderrama Díaz
La crisis y el deterioro del servicio de salud para la mayor parte de la población obedece principalmente a las condiciones impuestas por el modelo de desarrollo; sus estragos son bastante conocidos y la problemática está sobrediagnosticada. Además de la privatización y los intereses gremiales que obstaculizan reformas profundas, el Estado ha sido imprevisivo, dado el crecimiento de la proporción de adultos que incide en incrementos notorios en la demanda de atención médica, y nuestros gobiernos no han adoptado medidas para coadyuvar a la satisfacción de estas necesidades, como la intervención para la formación de médicos y especialistas suficientes y no dejar esta actividad al sector privado que ha venido actuando con criterio mercantil, en beneficio de empresarios y la clase alta, que no padece la carencia del servicio médico.
Otro factor importante es la deficiente medicina preventiva, las campañas de las EPS son muy débiles, aunque es el Estado quien debe estar a la vanguardia, pero su irresponsabilidad en esta misión es tal que suprimió una asignatura sobre Higiene en la educación primaria que enseñaba muchos hábitos sanos sobre salud, cuando debió ampliarla a la Secundaria. Es pertinente recordar que recientemente se revelaron resultados de la encuesta nacional de nutrición, la cifras son preocupantes ya que cada vez se deteriora más la salud del colombiano; tenemos, 60% de los adultos con exceso de peso; el sedentarismo es altísimo, más del 50% no realiza actividad física, si lo hace es muy moderada; alrededor del 65% de los niños dedica excesivo tiempo a las pantallas; el consumo de frutas y verduras es bajo frente a indicadores mundiales; la lactancia materna bordea el 30%, inferior a la recomendación de la Organización mundial de la salud, que como mínimo es 50%, esto priva a los niños de muchas defensas para su sano desarrollo.
Es lamentable que estos valiosos estudios se queden en la descripción o en el diagnóstico y no se utilicen para una política preventiva de salud. La población también tiene su cuota de culpabilidad en dicha crisis por su apatía por los temas básicos para su reivindicación social y la esclavitud por lo intrascendente; alguien dijo que un gol hace olvidar el problema social, siendo más contundentes se diría que el futbol, la farándula, el celular y la oración son causantes del desconocimiento del pueblo sobre la pobreza, la inequidad, la injusticia social, y de sus derechos. Aunque las propuestas de los candidatos a la presidencia están incompletas, ya se advierte el perfil de la temática, en un próximo escrito me propongo tener en cuenta lo referente a salud y pensión.