FRANCISCO ARGÜELLO
Hasta los propios amigos de Gorky Muñoz quisieron sacarle los ojos en el Concejo de Neiva. Los concejales Jorge Ramírez -Popeye-, y el presidente del Concejo, Camilo Perdomo- quién no se pierde los eventos del Municipio en busca de que alguien vea su gestión-, anunciaron que difícilmente le aprobarían al alcalde uno de sus más polémicos proyectos: otro endeudamiento por 40.000 millones de pesos que tiene a más de un concejal con los pelos de punta.
Ver el video de ambos dirigentes parece de cine. Y no sé por qué no parece creíble. Están en todo su derecho de dudar del empréstito- yo también tengo mis dudas y muchas- , pero quisiera conocer cómo votarán el día oficial. Solo ahí, más allá de un simple video donde se les ve valientes, se les medirá el aceite.
Si fuera el alcalde postergaría el proyecto de endeudamiento. Es más, ni siquiera contemplaría bajar la cifra de 40.000 a 20.000 millones como algunos concejales le han sugerido. Hay dudas, preguntas y más de una incógnita con los 60.000 millones que ya le aprobaron. O Muñoz convence no solo a los concejales, sino a los neivanos de la necesidad del nuevo empréstito o enfrentará un desgaste innecesario. Aún no se entiende cómo su gabinete no ha ejecutado la totalidad de los dineros del pasado crédito. ¿Por qué no hubo agilidad en la utilización de los 60.000 millones? ¿A quién le pasamos esa cuenta de cobro? Y lo más importante: ¿por qué sin gastar el primer dinero requieren el segundo? Aunque la Alcaldía tiene argumentos, aún no terminan de convencer.
En el Concejo el escenario no está tan sencillo. El proyecto lleva 15 días radicado y nadie quiere asumir la ponencia. Víctoria Castro, las más ofrecida a quedarse con la polémica iniciativa, no da garantías. Aunque es fiel escudera del alcalde, en sus manos se hundiría el nuevo crédito. Le falta peso para lograr consensos.
Los concejales, al menos en voz baja, pretenden hacerle el quite. Y ya hablan de incapacitarse, programar cirugías y hasta visitar el ortopedista cómo ha pasado en anteriores proyectos. Faiver Tamayo quisiera votar sí, pero Ernesto Macías, su jefe político, se lo impide; Alejandro Serna anda rebelado y dijo que votará negativo; Juan Diego Amaya ya protestó, Néstor Rodríguez no sabe si acatar el consejo de su amigo Héctor Javier Osorio, quien le pidió que se opusiera a aprobar la iniciativa, mientras Humberto Vargas Durán y Jesús Garzón, se sacrificarán por agradar al gobierno. Por cierto, ¿Qué voltereta tendrá Deiby Martínez?
Gorky sabe de política y conoce cómo pocos cómo capotear a cada gladiador en el Concejo, pero esta vez algunos concejales se aprovechan de la audiencia que tiene en la Fiscalía en abril próximo para hacerse rogar. Por esto, si yo fuera él retomaría el tema después de abril. Ahora el costo político será muy alto.
Nota uno: la secretaría de Educación de José Paúl Azuero durará poco. Él quiere lanzarse a la Alcaldía de Neiva por el Pacto Histórico de Gustavo Petro. El problema para Azuero es que su papel en el actual gobierno pasó sin pena ni gloria. Por cierto, hoy responderá por el recién contrato del PAE en el Concejo.