La Nación
La traumática espera por un trasplante de órganos en el Huila 2 28 marzo, 2024
HUILA

La traumática espera por un trasplante de órganos en el Huila

En Huila 42 personas están en lista de espera por un trasplante de riñón, mientras luchan contra la zozobra y se aferran a la esperanza de un posible donante compatible. En medio de la pandemia la tasa de donantes se desplomó. Así está el panorama contado desde los profesionales en salud y desde quienes aguardan por una llamada a cualquier hora.

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Desde hace 14 meses Daniel Alexander Gil ingresó a la lista de trasplantes de riñón en Huila, ocurrió poco antes de que pisara suelo colombiano la pandemia de COVID-19, lo cual afectó el proceso de donantes, y desde entonces espera día y noche por una llamada que, de salir todo según lo esperado, se traduciría en su salvavidas en un mar de zozobra que lo agobia desde que supo que había ‘perdido’ sus dos riñones.

Al adulto de 47 años le detectaron enfermedad poliquística renal, los quistes fueron aumentando de tamaño e invadiendo sus riñones al punto que comprometieron la función renal y desde hace dos años que el policía colgó su uniforme, ahora depende de una máquina como forma de vida.

“Lo deja a uno muy limitado en su movilidad y toca manejar unas condiciones médicas que afectan el diario vivir y las actividades que normalmente cualquier persona puede desarrollar. Ha sido traumático, tanto a nivel físico como psicológico”, expresó Gil.

La pandemia de COVID-19 frenó la donación de órganos en Huila y el personal de salud y pacientes lo perciben desde distintos ángulos, pero con similar sentimiento de impotencia. Durante estos meses el adulto y sus semejantes han contado con acompañamiento psicológico, y en su caso particular Daniel siente que nada supera al momento en que le dijeron que debía depender de una máquina para sobrevivir.

“Siente uno que hasta ahí llegó la vida, hubo un duelo de aceptar la condición y aún…”.La traumática espera por un trasplante de órganos en el Huila 8 28 marzo, 2024

Daniel Alexander Gil.

Menos potenciales donantes

Este último año ha sido atípico y también se ha reducido el número de potenciales donantes, contextualizó Luis Hernán Sarria Chacón, de la Red de Donación y Trasplantes – Crue, del Huila, “pasamos de una oposición familiar del 50% en 2019, al 93% en 2020, mientras que para 2021 vamos en el 85%. Así mismo, disminuyeron las muertes encefálicas”, dijo.

La mayoría de donantes son víctimas de siniestralidad vial que con motivo de la cuarentena total y limitaciones en movilidad se redujo a cifras históricas. “Es el sufrimiento de una familia que de pronto le podría salvar la vida a otra que está a la espera, es algo complejo que un paciente tenga que esperar la desdicha de otro para acceder a un órgano”.

En Huila solamente existe un programa de trasplante y es el renal, donde hay 42 personas en lista de espera. El panorama de hoy frente a hace 10 años es “catastrófico”, aseguró Sarria Chacón. “Las tasas de donación disminuyeron notablemente y la negativa familiar ha aumentado”.

Durante la pandemia hay un requisito adicional que deben cumplir los potenciales compatibles y es estar libre de COVID-19. Daniel recuerda que una vez lo llamaron, al igual que a tres personas más, cuando normalmente se hace solo con dos debido a que en un trasplante anterior los dos convocados dieron positivo para el virus, y al final el órgano se perdió porque no hubo tiempo para llamar a otros. Así que en esa ocasión eran cuatro personas, todos cargados con las mismas esperanzas.

“Todos resultamos negativo para el coronavirus, así que procedieron a trasplantar los más compatibles y los demás continuamos en espera…”.

La negativa

Daniel, policía desde hace 28 años, tenía unas proyecciones que puso en pausa. En su día a día reflexiona que espera “que la gente se concientice en la donación. Pero también me doy cuenta que existe mucha renuencia por parte de los familiares para no donar los órganos, ya sea por creencias o cultura”.

Por su parte Luis Hernán Sarria Chacón, de la Red de Donación y Trasplantes, afirma que también obedece a la molestia que tienen los colombianos con el modelo de salud. “Aquí se han implementado muchas estrategias, pero no han dado resultado, hay algo más que hace que la gente done o no”. Durante el 2020 tomó fuerza el mito del cartel del COVID y ello también pudo haber influido en la conciencia de los ciudadanos.

Bajo este contexto, la Secretaría de Salud del Huila hace un llamado a informarse bien y a aumentar la tasa de donantes. Las personas pueden expresar su voluntad de ser donantes por escrito mediante la página del Instituto Nacional de Salud – INS, en todos los casos, positiva o negativa, lo más importante es entablar antes un diálogo franco y en una situación de calma con los familiares más cercanos.

En 2019 el departamento del Huila ocupó el primer lugar en tasa de donación y trasplante a pesar de ser la coordinación regional más pequeña del país, sin embargo, por efectos de la pandemia se pasó de 12,3 donantes por millón de habitantes a 0 donantes en 2020 y para 2021 se ubica en 2,65 por cada millón de habitantes.

Mientras que según el Ministerio de Salud, durante el 2020 aún con la pandemia, las actividades de donación y trasplante en el país no fueron suspendidas, a pesar de la saturación del sistema sanitario y de las unidades de cuidados intensivos, estas continuaron bajo estrictos protocolos de bioseguridad.

En Colombia, hasta septiembre de 2021, según el INS se han obtenido 188 donantes de órganos y 977 donantes de tejidos; se han realizado 660 trasplantes de órganos con donante vivo o cadavérico; 515 con donante cadavérico y 145 con donante vivo.

 “No creía muy probable un trasplante para mí”

El reglo de Navidad en el año 2019 para César Augusto Gaspar fue recibir un riñón tras nueve meses de espera. El docente de música de 48 años estuvo durante cuatro años asistiendo a hemodiálisis tres veces por semana, cada procedimiento tarda cuatro horas, debido a una obstrucción renal.

 “Cuando los riñones no sirven, nos intoxicamos, la función del riñón es depurar toxinas  así que al no servir se hace la hemodiálisis, nos insertan dos agujas, una saca la sangre y la lleva a la máquina donde es purificada y por la otra vuelve e ingresa”.

Gaspar aduce su buena energía durante el procedimiento a la música. “Yo mantenía ocupado en mi trabajo, iba a diálisis a hacer montajes y la música jugó un papel muy importante. No creía muy probable un trasplante para mí, uno ve muy lejana la posibilidad de que la gente done, pero el hospital me brindó un tratamiento psicológico, me explicaron que todo era de tiempo”.

Estuvo las 24 horas pendiente del celular, contestaba llamadas incluso en horas de la madrugada esperando a que fuera sobre un posible donante, el corazón se le aceleraba aún más cuando veía que era un número desconocido, “pensaba ‘será que sí, será que no’, y contestaba y era otro tipo de persona”.

La noticia la recibió el sábado 21 de diciembre en horas de la mañana cuando salía solo de diálisis, hubo muchos sentimientos encontrados, alegría, esperanza y expectativa; llamó a su esposa y acudieron de inmediato al hospital.

Hoy Gaspar, padre de dos mujeres y felizmente casado, continúa en su ejercicio de docente de música en el colegio Rafael Pombo en Neiva. Tras su experiencia asegura que “una sola persona puede salvar muchas vidas”

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César Augusto Gaspar recibió un riñón en el año 2019.