Germán Alfonso López Daza*
La celebración de los 30 años de la Constitución Política colombiana ha estado marcada por el análisis de las diferentes instituciones creadas por la Carta del 91, así como de sus aciertos y desaciertos.
En diversos foros académicos se ha coincidido que la acción de tutela es la más importante creación realizada por la Asamblea Nacional Constituyente, ya que ha permitido la protección de los derechos fundamentales de miles de personas, frente a las acciones u omisiones de particulares y del mismo Estado.
En la actual situación de pandemia, la tutela también se ha convertido en protagonista para enfrentar decisiones del Gobierno, que si bien pueden tener una finalidad comprensible, algunas de ellas han sido violatorias de derechos.
Es el caso de decenas de tutelas presentadas por docentes de instituciones educativas que se rehúsan a iniciar las clases presenciales, alegando que esta orden del Ministerio de Educación podría afectar los derechos fundamentales a la salud y a la vida.
En varias ciudades como Neiva, por orden judicial se suspendió el regreso a clases como medida preventiva, para evitar la vulneración de los derechos de toda la comunidad educativa.
De un lado, es posible que esté justificada dicha medida judicial, pues se ha denunciado que varias instituciones no cuentan con los requisitos de bioseguridad para un retorno seguro. En estos casos, el Gobierno nacional debe asegurar los recursos para suplir las necesidades locativas.
Sin embargo, en otros eventos, sí estarían dadas las condiciones por lo que los niños deberían regresar a las aulas, ya que el perjuicio que se les está causando es de proporciones incalculables. Es allí donde los jueces deben ser muy rigurosos en el análisis de cada caso para no tomar medidas generalizadas que afecten directamente a los menores.
Llevará mucho tiempo volver a una completa normalidad. Mientras ello ocurre, debemos acostumbrarnos a convivir con el virus, pues existen amplias posibilidades de que se convierta en endémico, es decir que haya llegado para quedarse. (*Dir. Grupo Nuevas Visiones del Derecho – USCO).
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