Una controversia innecesaria se ha suscitado alrededor del plan nacional de vacunación contra el coronavirus.
Las dudas sembradas por algunos sectores de la opinión nacional sobre la adquisición de las vacunas, han sido despejadas por completo, luego que el contralor general de la República, Carlos Felipe Córdoba, confirmara que el órgano de control ya recibió información sobre los contratos celebrados por el Gobierno Nacional para adquirir los biológicos contra el coronavirus.
El jefe del organismo de control ha dicho, entre otras cosas, que los contratos suscritos contienen unas cláusulas de confidencialidad que se deben respetar. “Si somos irresponsables con esta información, vamos a ser irresponsables con la salud pública de la gente”, han sido sus palabras.
Ayer, en ese sentido, se manifestó el presidente de la República, Iván Duque: “Este proceso de vacunación debe ser un proceso de toda la nación; este proceso no tiene ranuras ni para la politiquería ni para la demagogia ni para quienes pretenden utilizarlo como herramienta de ataque político coyuntural; aquí tenemos que estar todos con un propósito de nación”.
Los alcaldes, por su parte, han dejado clara su posición de que la adquisición y distribución de las vacunas debe estar en cabeza del Gobierno Nacional.
Si bien el contexto de la pandemia –contagios, muertos, restricciones, crisis económicas y sociales—genera una enorme presión, este no es momento para divisiones sino para estar todos unidos, entendiendo que la vacunación es un paso clave para la protección de la vida y la salud de todos los colombianos. También significará un salto trascendental en la reactivación económica del país.
Y mientras empieza el proceso de vacunación, toda la ciudadanía debe entender que la pandemia sigue representando una amenaza y que las medidas de autoprotección y de distanciamiento social deben acompañarnos diariamente.