La Vorágine 90 años

El 25 de noviembre, se cumplieron 90 años de la primera edición de ‘La Vorágine’,  una de las más grandes novelas hispanoamericanas del siglo XX y con toda seguridad una de las dos o tres más importantes de la literatura nacional de todos los tiempos, al lado de María de Jorge Isaacs y Cien años de soledad de Gabo. Incluso algunos como Antonio Caballero la consideran “la gran novela de Colombia”, como lo son para España El Quijote, la Comedia Humana de Balzac para Francia o Pedro Páramo en México.

Y sin embargo tal acontecimiento pasó con más pena que gloria en su tierra natal, a la que el vate cantó y compuso los más profundos versos y a la que dedicó agudos debates políticos y sociales; el Huila dejó pasar la fecha como si José Eustasio Rivera no mereciese más que nombrar unos edificios, barrios y un municipio con su apellido, actos más protocolarios y administrativos que de real reconocimiento al más grande todos los opitas, quizá el único de alcance universal que hemos tenido.

La Vorágine, denominado por algunos como el desgarrador relato sobre la relación entre el hombre y la naturaleza, salió a la luz el 25 de noviembre de 1924 y apenas cuatro años después su autor, amén de abogado y periodista, muere en Nueva York cuando negociaba con una productora los derechos para llevar al cine la epopeya de Arturo Cova. Los textos estuvieron inspirados en las historias que Rivera escuchó de Luis Franco Zapata, un hombre que se había escapado de Bogotá a las selvas y llanos orientales con una empleada – en la novela Alicia – para terminar trabajando en las chucherías de la Amazonía, según el experto Isaías Peña.

La Vorágine fue, en ese momento aún colonial del país, un grito de denuncia por los salvajes procedimientos con los que la dantesca Casa Arana dominaba el mercado del caucho en la inmensa jungla amazónica; la expoliación y explotación inmisericorde de miles de seres humanos sometidos a todo tipo de vejámenes, el abandono estatal y la insensibilidad de una élite social y política ante el dolor de sus semejantes. Pero no solo escribió la novela sino que se dedicó a exigir medidas contra los mortales abusos de los caucheros; poco o nada logró pero su obra magnífica en prosa ha quedado inscrita en el Parnaso universal.

Y ahora 90 años después, por estas regiones que en el respeto a las artes y al intelecto siguen siendo – como en su libro de poesía – apenas Tierra de Promisión, José Eustasio Rivera es un referente ignoto para sus paisanos. Cerremos con uno de sus sonetos que parece premonitorio: “Rendido ante el dolor de la penumbra, / mi ser, que es una luz, se apesadumbra; / después, con los murientes horizontes / me voy desvaneciendo, me evaporo/ … y mi espíritu vaga por los montes / como una gran luciérnaga de oro”.

“El Huila dejó pasar la fecha como si José Eustasio Rivera no mereciese más que nombrar unos edificios”.

Editorialito

Neiva entró en la onda en la campaña de prevención de la accidentalidad durante la temporada de fin de año. Neiva se suma a la campaña nacional “Pactos por la vida” y “Saber beber, saber vivir, consumo seguro”.  Ahora es hacerla realidad. Y comienza con los controles. Los mensajes solos no tienen efecto. 

Un policía fue asesinado en medio de un operativo en el norte del Cauca

Un uniformado de la Policía fue asesinado, en zona rural de Caloto, en Cauca, en medio de un cruce...

Industrializar la achira, el reto  

Este año se desarrollará en Neiva el Centro de Industrialización ZASCA, una iniciativa clave para fortalecer las unidades productivas...

Huila le apostará al cultivo de soya

El departamento del Huila podría volver a este cultivo debido a la gran demanda pendiente por abastecer en el...

Síguenos en:

Artículo Relacionado

Maduro, ‘atornillado’ al poder

Es dolorosa y frustrante la realidad que enfrenta hoy el pueblo del vecino país de Venezuela, al quedar...

Sin hilaridad excesiva

Colombia ha cerrado el 2024 con una inflación anual de 5,20%, lo que representó una considerable caída de...

Para no ignorar

El país no puede ignorar las casi 80 masacres con cerca de 300 víctimas fatales que se registraron...

El legado de Patarroyo

“Ha partido un gran científico colombiano: Manuel Elkin Patarroyo. Su legado está representado, más que en la primera...