La Nación
EDITORIAL

Lara, 35 años después

 

Este martes 30 de abril, se conmemoran 35 años del magnicidio del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla. La mafia colombiana despojó el 30 de abril de 1984 al Huila y al país de uno de sus más brillantes y valientes dirigentes.

Fue este hombre, nacido en Neiva, que estudió derecho en la universidad Externado de Colombia y que en su trasegar político fue concejal, alcalde, diputado, representante a la Cámara y Senado de la República, el que desafió a los narcotraficantes del Cartel de Medellín, liderados por Pablo Escobar. Rodrigo Lara Bonilla terminó sacrificado en esa lucha.

Con motivo de la conmemoración del magnicidio de Lara, año tras año, el Consejo de la Orden que lleva su nombre exalta a personas naturales o jurídicas, nacionales o internacionales cuyas acciones estén orientadas “a la correcta aplicación de la justicia, especialmente en la lucha contra el narcotráfico, la rehabilitación de los narco-dependientes o que hayan contribuido positivamente a la búsqueda y consolidación de la paz pública”.

Para esta ocasión, el Batallón de Desminado Humanitario número 5 y el filósofo huilense José Napoleón Villarreal Sánchez recibirán la ‘Orden Rodrigo Lara Bonilla’. Adicionalmente y como novedad, se hará el descubrimiento oficial de la escultura del Ministro Lara Bonilla, donada por Naciones Unidas. El busto fue esculpido en resina de poliéster y fibra de vidrio por los artistas Héctor y Leonardo Gómez.

La Orden para el Batallón de Desminado Humanitario es más que merecida. Son los integrantes de este Batallón los que están limpiando los campos huilenses de los artefactos explosivos sembrados en el fragor de la guerra. El otro distinguido, el psicólogo Napoleón Villarreal, es un experto en la prevención de consumo de sustancias psicoativas y farmacodependencia.

Rodrigo Lara Bonilla siempre estará en la memoria de los huilenses.

 

“La mafia colombiana despojó el 30 de abril de 1984 al Huila y al país de uno de sus más brillantes y valientes dirigentes”