El pasado 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer, conmemorando así la lucha librada por la participación de la mujer en la sociedad en pie de igualdad con el hombre El pasado 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer, conmemorando así la lucha librada por la participación de la mujer en la sociedad en pie de igualdad con el hombre. La primera convocatoria para la celebración tuvo lugar en 1911 en Alemania, extendiéndose luego a otros países. En 1977, la ONU proclamó el 8 de marzo como Día Internacional de los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. A pesar de los avances obtenidos en cuanto a la situación de la mujer, persisten realidades preocupantes. Según el portal Terra, se calcula que 100 millones de mujeres menores de 18 años harán vida de pareja en el presente año y 14 millones de adolescentes se convertirán en madres. La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que aproximadamente 1.000 mujeres mueren diariamente, teniendo como causa complicaciones previsibles en el embarazo y el parto. En países como Colombia, la problemática de la mujer se enfoca principalmente, dado lo precipitado de los acontecimientos, en la violencia de género. De acuerdo con un estudio auspiciado por la ONU, entre 2007 y 2011, en el país fueron asesinadas 6.500 mujeres, 514 de ellas murieron a manos de sus parejos o ex parejos. En ese mismo período 200.000 mujeres fueron víctimas de violencia física en escenarios tales como vías públicas, lugares de trabajo, de estudio o de práctica deportiva. Las violaciones a mujeres alcanzaron la escalofriante cifra de 83.000. La situación se torna aún más grave si se toma en cuenta que el 73% de los casos de maltrato a las mujeres no son denunciados ante las autoridades. En cuanto a la participación de las mujeres en la Administración Pública, cabe observar que esta continúa siendo muy reducida, como se refleja en los siguientes porcentajes suministrados por Universia: gobernaciones 9.38%, alcaldías 9.81%, diputaciones 16.08%, congresistas 16.6%. Esta realidad deja mal parado al país en términos de igualdad de género, entendido este concepto como el acceso de mujeres y hombres al mismo trato y oportunidades para el reconocimiento, goce y ejercicio de los derechos humanos. La igualdad de género se basa, a su vez, en la equidad, que propone tomar en cuenta las diferencias entre las personas y obtener la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres en todos los ámbitos. Como lo indicara la dirigente sindical Ligia Alzate en su reciente visita a Neiva, se hace necesario que las inequidades de género en los distintos escenarios de interacción, se afronten desde el marco de la Política Pública. Restablecer plenamente a la mujer en su dignidad y desarrollo humano integral, supone un largo trecho por recorrer aún.