Causó controversia en redes sociales los anuncios a última hora del alcalde de Neiva, Gorky Muñoz Calderón, relacionados con las medidas para contener la propagación del coronavirus durante este mes de agosto.
A pocas horas de terminar el mes, el mandatario de los neivanos redujo el ‘pico y cédula’, extendió el confinamiento a los sábados, decretó la ley seca y modificó el horario para hacer ejercicio al aire libre en la ciudad.
Como toda decisión que puede tomar un gobernante, las medidas generaron toda clase de reacciones, la mayoría de rechazo por la premura con que fueron anunciadas y aplicadas. ¿Y qué hizo la ciudadanía? Acudió a las redes sociales y a los medios de comunicación para expresar su inconformismo.
Hubo comentarios irrespetuosos, muchos de los cuales provenían muy seguramente de perfiles falsos, pero también opiniones válidas y bien argumentadas de neivanos reconocidos. Por su parte, funcionarios y contratistas de la Alcaldía de Neiva y sus familias salieron a tildar de “enemigos” y “opositores” a quienes reaccionaron y cayeron, lamentablemente, en la equivocada estrategia de considerar “ataques” las opiniones espontáneas de quienes consideraron que “apoyaban las medidas, pero que debieron ser socializadas con anterioridad”. Hubo otros que expresaron su malestar por el cambio de horario para hacer ejercicio al aire libre. Aún retumba en redes sociales el video de la vendedora de frutas que el sábado pasado estaba angustiada por la soledad de Mercaneiva producto de la medida de confinamiento tomada la noche anterior por el gobernante municipal.
Un mandatario debe estar en la capacidad no sólo de defender con aplomo sus posiciones sino de estar abierto al disenso dinamizador de una democracia, a escuchar con receptividad y humildad y a promover la unidad tan necesaria en estos tiempos de pandemia.
El señor Alcalde también debe tener claro que sus decisiones inciden en la vida diaria de los habitantes de toda una ciudad y que cualquier medida que adopte debe pasar siempre por la planeación.