Derecho, política y sociedad
Germán Alfonso López Daza*
Tradicionalmente ha existido la opinión de que el Estado no se defiende adecuadamente en los procesos judiciales porque pierde muchas de las acciones que son instauradas por los particulares por el sinnúmero de irregularidades, abusos o errores que cometen los agentes al servicio de la nación.
En un reciente informe periodístico del diario El Tiempo (17/09/2020) se indica que las demandas contra el Estado solo por abuso policial, suman 945 mil millones de pesos, siendo en total 696 procesos en contra. Se ha calculado que en promedio se pierde un 40% de estas demandas, lo que en plata blanca equivaldría a 378 mil millones que los colombianos tendremos que pagar debido a los abusos de la fuerza pública.
Obviamente en este informe no se incluyen las próximas demandas que muy seguramente se van a instaurar en contra de la nación, por los abusos policiales cometidos en contra de ciudadanos que resultaron afectados en las protestas realizadas, con motivo de la muerte del estudiante de derecho Javier Ordoñez y que deberán ser numerosas.
Esta situación obliga a que el Gobierno aborde y realice los correctivos para solucionar esta problemática ya que, si no se toman medidas efectivas seguirán sucediendo casos de brutalidad policial y se iniciarán más acciones legales que se traducirán en condenas judiciales.
La autoridad policiva debe estar suficientemente preparada para mantener el orden público, pero respetando de forma prioritaria los derechos fundamentales de las personas, entre ellos el de la dignidad, la integridad y el espacio de libertad que requiere la protesta ciudadana.
El uso de la fuerza debe emplearse como la última ratio, es decir, que se trata del último recurso que debe aplicar la policía para neutralizar o repeler agresiones. Esta reacción policiva debe someterse a un juicio de razonabilidad, necesidad y proporcionalidad.
Toda la nación espera que el Gobierno tome cartas en el asunto y que los abusos de la fuerza pública se conviertan en un triste episodio del pasado. (*Dir. Grupo Nuevas Visiones del Derecho – USCO).