A casi un año de los comicios en los que se eligieron los actuales alcaldes, gobernadores, concejales y diputados, el Consejo Nacional Electoral ha abierto la primera investigación sobre la ‘avalancha’ de encuestas ilegales que sacudió esa campaña.
LA NACIÓN en reiteradas oportunidades alertó sobre esa guerra de sondeos de opinión informales en la antesala de las elecciones.
Por ley, todas las firmas encuestadoras del país tienen que registrarse ante el Consejo Nacional Electoral, CNE, como requisito previo para que sus estudios de opinión sobre las preferencias políticas de los ciudadanos puedan ser publicadas en los medios de comunicación. Sólo podrán publicarse las encuestas de aquellas firmas que estén debidamente inscritas ante el CNE, las cuales deberán demostrar, al momento de su registro, la experiencia mínima de un año, representación legal y tres constancias de empresas o usuarios que certifiquen la idoneidad de su trabajo. La normatividad prohíbe, igualmente, la divulgación de los sondeos que realicen directamente los medios de comunicación, sin el cumplimiento de requisitos tales como la divulgación total de la encuesta o el sondeo; nombre de la persona o entidad que la autoriza; fuente de financiación, tipo y tamaño de la muestra; temas específicos a los que se refiere; área en que se efectúa, fecha y margen de error calculado.
Lo que se vio en la campaña de 2019 es que proliferaron encuestas de dudoso origen con el claro interés de promover algunos candidatos y al mismo tiempo, de generar caos y confusión entre los huilenses. Incluso, surgieron encuestadoras suplantando a empresas de reconocida trayectoria.
Por eso, es de buen recibo que el Consejo Nacional Electoral tome por fin cartas en el asunto, empezando por unas encuestas que generaron bastante inquietud: las del docente Jaime Ramírez Plazas. Por estos sondeos, deberá responder la Universidad Surcolombiana.
El Consejo está llamado a ahondar en las investigaciones y si es del caso, adoptar las sanciones a que haya lugar.
“Lo que se vio en la campaña de 2019 es que proliferaron encuestas de dudoso origen con el claro interés de promover algunos candidatos y al mismo tiempo, de generar caos y confusión entre los huilenses”