La Nación
EDITORIAL

Las estatuas de Santa Ana

Las autoridades están en la obligación de no dejar pasar desapercibido el caso del robo de las piezas arqueológicas de la enigmática cultura del valle alto del río Cabrera, en el municipio de Colombia, en el norte del Huila.

El hecho, denunciado el domingo pasado por LA NACIÓN, fue protagonizado por varios ladrones que llegaron en varias camionetas al parque de Santa Ana y arrancaron abruptamente las piezas. Después, los mismos individuos ingresaron por la fuerza al viejo y abandonado museo, construido hace 19 años y se robaron otras piezas igualmente emblemáticas de la ‘cultura babaduja’.

No se trata de simples piedras. Las piezas que se robaron, talladas en piedra o en laja cruda, difieren considerablemente de la estatuaria agustiniana, propias de la cultura Ullumbe. Incluso sugieren semejanzas con la cultura muisca o en otros casos con presencia étnica africana. Ese es el otro valor que envuelve la trascendencia de las piezas expoliadas. “Las evidencias de la arqueología de Santa Ana pertenecen a los mil años anteriores a la Conquista. Durante tal época, había conexiones culturales con la Sabana de Bogotá y es muy probable que se trate de grupos que hablaron un idioma de la familia Chibcha, de larga permanencia en la Cordillera Oriental de Colombia”, dijo Thomas P. Myers, un investigador de la Universidad de Indiana, Estados Unidos, quien documentó los primeros hallazgos.

Es sorprendente que autoridades tanto nacionales como regionales no se hayan ocupado del rescate y protección de estas estatuas que hacían parte de esa cultura enigmática, desconocida y misteriosa del arte monumental. Parece ser que los autores del robo sí conocían el valor de esas reliquias y el estado en que se encontraban.

Es necesario que las autoridades investiguen estos hechos. El Instituto Colombiano de Antropología e Historia ya debió haber tomado atenta nota.

“Es sorprendente que autoridades tanto nacionales como regionales no se hayan ocupado del rescate y protección de estas estatuas que hacían parte de esa cultura enigmática, desconocida y misteriosa del arte monumental”