La Nación
Las historias detrás de los habitantes de calle en Neiva 1 28 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Las historias detrás de los habitantes de calle en Neiva

En la entrega anterior les hablé sobre el gran problema que atraviesa la capital del Huila en materia de políticas públicas para enfrentar el incremento desproporcionado de habitantes de calle que están llegando a la ciudad, y el elevadísimo consumo de sustancias alucinógenas. A ese problema social se le suma no solo la inseguridad que azota a la ciudadanía, sino el S.O.S. que encendió las alarmas por el aumento de casos de suicidio a causa de enfermedades mentales, muchas de ellas asociadas al deterioro que provocan las drogas y que hoy es considerado por la Corte Constitucional como causal para acceder a la eutanasia.

Más que una anécdota personal, lo que les voy a describir, es un breve resumen del relato de una historia, de las tantas que uno se encuentra en las noches de la ciudad, de personas a quienes el consumo de drogas los ha dejado como almas en pena, deambulando por las calles sin un rumbo.

Mientras hacía el recorrido sobre las 10:00 de la noche por el sector conocido como San Martín (Patrono de los animales), se empieza a detallar que es en ese lugar donde la gran mayoría de habitantes de calle permanecen, esto debido a que en el sector se encuentran varias compraventas de las conocidas chatarrerías, encargadas de recibir todo el material reciclable que hombres y mujeres, recogen por el centro de la ciudad y llevan para vender, a cambio de una cifra irrisoria de dinero, que en la mayoría de los casos luego utilizan para comprar la sustancia ilícita más económica en el mercado: basuco.

¿Recuerdan que les hablé, que mientras estaba en este lugar, se me acercó un joven que no sobrepasaba los 20 años, quien me saludó y pidió que le regalara una moneda, para comprar algo de comer? pues esta es la historia de quien llamaremos (Andrés) un joven de tan solo 18 años de edad quien lleva deambulando en las calles más de 2. Un chico de familia de estrato medio, a quien nunca en su infancia le faltó un plato de comida o educación, pero que los problemas de una etapa de la vida, llamada rebeldía, lo acercaron a elegir personas que sobrepasaban su edad y que lo aconsejaron mal.

15 años de edad tenía Andrés cuando probó por primera vez la marihuana. Aquella de la que dijo que solo era por probar, pero que en realidad se convirtió en el inicio de su calvario, ese mismo del que hoy llora y se arrepiente. ¿Tarde? No lo sabe ni él, pues aunque ha tenido voluntad dice que “ese, es el infierno en la tierra del cual no ha podido salir”. Detrás del problema de Andrés, hay una familia; padres y hermanos, que han luchado por intentar sacarlo de los brazos de los expendedores de drogas y de la calle, esos mismos que una vez le arrebataron su vida y la tranquilidad de sus seres queridos.

Andrés, en estos últimos años no solo ha consumido diferentes clases de drogas, sino que le ha tocado vivir los peores vejámenes por los que puede pasar un ser humano, hasta el punto de prostituir su cuerpo para tener algo de dinero y así seguir consumiendo.

En la próxima entrega les hablaré de enfermedades mentales, pues según estudios; durante los años 2020, 2021 y lo que va corrido del 2022, en Colombia 7 personas se suicidan al día por problemas asociados a este enigma.