Con motivo de la fiesta patria del 7 de agosto, se anuncian nuevas movilizaciones sociales contra el Gobierno Nacional en varias regiones del país, incluyendo Neiva.
En el caso de la ciudad, las autoridades han dispuesto de una serie de restricciones que van desde la ley seca hasta la prohibición a la circulación de motocicletas y vehículos en horas de la noche.
La ley seca, por ejemplo, empezará a regir desde esta tarde. También habrá otro tipo de prohibiciones como el uso de capuchas, máscaras, pasamontañas o cualquier elemento que cubra totalmente el rostro.
Todas estas medidas fueron adoptadas por la Administración Municipal y están destinadas a garantizar la tranquilidad y el orden público.
Es importante que se dirijan los esfuerzos a proteger a quienes salgan a las calles a protestar, pero también la Fuerza Pública debe estar presta a contener a quienes estén pensando en salir a atacar los bienes públicos y privados.
Los actos de vandalismo y de violencia protagonizados por sujetos encapuchados no deben ser aplaudidos. Deben ser rechazados con contundencia y las autoridades neivanas están en la obligación de evitar que se registren hechos similares de los meses pasados. La incineración de vehículos, el ataque a unidades policiales, el saqueo a establecimientos comerciales y otros hechos de violencia que sacudieron a la ciudad son hechos sórdidos que deben quedar en el pasado y que jamás deben repetirse.
Está más que claro que lo que hemos visto en las últimas semanas en inmediaciones de la Universidad Surcolombiana no es protesta social. Los ataques con bombas incendiarias contra una iglesia y un hotel son hechos de violencia urbana que deben ser repelidos con contundencia por parte de las autoridades.
El alcalde, Gorky Muñoz, como máxima autoridad municipal, debe estar al frente de las acciones para garantizar este fin de semana la tranquilidad de los neivanos.