La Nación
COLUMNISTAS

Las provocaciones venezolanas

-El dedo en la llaga-
                                 
 
Por muchos años Colombia y Venezuela tuvieron relaciones cordiales dejando a un lado los problemas que los afectaban o las diferencias limítrofes. Fueron relaciones prácticamente que nacieron desde la división de la Gran Colombia, con todos las envidias o malquerencias de la época. Ya en el siglo XXI fueron de respeto y tolerancia. El problema limítrofe del Golfo de Coquibacoa pasó a un segundo plano. Había colaboración en materia de seguridad fronteriza. Todo cambió con la llegada al poder de Hugo Chávez Frías. En el Gobierno Pastrana hubo inteligencia en el manejo de las relaciones, Venezuela se consolidó como el segundo socio comercial de nuestro país. A pesar del claro apoyo a la guerrilla de las FARC, fueron más las ganancias que las pérdidas.

Llegó la primera administración de Uribe que siguió la misma línea de su antecesor, manejando los intereses superiores de la patria frente a provocaciones de Venezuela. Sin embargo, llegó el segundo mandato y con este un claro deseo de Uribe de buscar permanecer 12 años en el poder como su vecino. Conocía que pelear con Venezuela daba votos y empezó toda una campaña a su favor. El resultado fue que terminamos perdiendo por todos los lados. En el ámbito económico nos dejaron de pagar, no nos siguieron comprando, perdimos el puesto del segundo mejor socio comercial y siguieron apoyando la causa de las FARC, pero igual eso daba votos.

Con la llegada de Santos, este comprendió que si quería hacer la paz con la guerrilla tenía que pasar por quien los apoyaba. Gracias al esfuerzo del Gobierno venezolano las FARC decidieron sentarse a la mesa y fueron uno de los países garantes en el proceso de negociación. Culminado el acuerdo de paz, Venezuela pasa a un segundo plano, ya no es tan importante y para Santos ya no es Maduro su nuevo mejor amigo, sino que cumplió su tarea. Ya sin nada más que perder nuestro país lo deja a un lado pensando más en los intereses superiores de los colombianos y ya no en un tercer periodo. Como pelear con Venezuela da votos, se mete en la discusión Germán Vargas Lleras y termina terciando la Cancillería colombiana. Ahora, Venezuela sabe que no puede hacer mucho, por lo que decide invadir territorio colombiano buscando sacar de casillas al Gobierno de Colombia y obtener unos réditos políticos en su país. La forma en que Santos manejó la situación, evito que Maduro se alzara con unos puntos favorables o para desviar la atención de los reales problemas.