La Nación
Las razones de hacer parte del Acuerdo 1 20 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Las razones de hacer parte del Acuerdo

Esperanza Andrade

En uno de los recientes días de San Pedro en Neiva, una amiga me preguntó con algo de sorpresa sobre la decisión de nuestro Partido Conservador de no ejercer oposición al nuevo gobierno nacional pese a las diferencias que lo separan del pensamiento y propuestas del presidente Gustavo Petro, y a que en campaña estuvimos en orillas distintas. ¡No enemigos!, señalé yo.

Le respondí que entendía su extrañeza, pero todo tenía sentido y explicación, siempre atendiendo y respetando la ideología, programas y principios de nuestra colectividad. Y que el objetivo era proteger a los colombianos, preservar las instituciones, salvaguardar la democracia, las libertades, la Constitución y la ley.

Le enfaticé que mi postura política siempre ha sido la reconciliación del país, unir y componer; acabar la polarización estéril, la división y los odios. Sí promover las soluciones en equipo y halar todos para el mismo lado, claro, con respeto por el desistimiento, la opinión ajena y la posición divergente. En resumen, no obstruir con terquedad, sino ayudar a construir con argumentos y razones. Terminada la campaña, la labor en adelante es batallar por un mejor país con justicia social, equidad, progreso, desarrollo, oportunidades y empleo para todos.

En ese sentido, le manifesté, encontramos válido entrar al Acuerdo Nacional propuesto por el entrante mandatario en busca de dejar atrás el conflicto y la pugnacidad interna que tanto daño ha causado en los recientes años a los colombianos. Por eso, apoyaremos la agenda legislativa de proyectos que sirvan a la gente, en obras e inversiones; contribuiremos a mejorar las iniciativas que no nos parezcan, a dar alternativas; y rechazaremos las que los amenacen o al sistema democrático.

Dialogar, sumar, aportar, edificar, actuar con independencia y responsabilidad no significa situarse en la oposición, ni mucho menos participar en la alineación del gobierno o en su gabinete.  Bien lo señaló el padre Linero, le dije: “Por diferencias que existan, siempre podremos construir juntos desde lo que se tiene en común y discutir con transparencia aquello en lo que no se está de acuerdo”.

El conservatismo, le concluí, tiene el enorme desafío de poner el hombro para ayudar a tramitar en el Congreso las grandes reformas, pero también fiscalizar y ejercer con libertad el control político al gobierno, e interpretar, con el balance justo y apropiado, a los más de 10 millones de ciudadanos que marcaron otra opción en las elecciones.

Con esperanza y fe, palpo vientos de reconciliación y entendimiento nacional civilizado, sin desconocer las discrepancias naturales de las partes, y que el conservatismo continuará siendo en el futuro alternativa de poder. Por eso, saludamos y damos la bienvenida al nuevo presidente del Partido, Carlos Trujillo, éxitos en su tarea. A la vez, gracias al saliente, Ómar Yepes.