La Nación
Las vacunas y el baile de los que sobran: 1 19 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Las vacunas y el baile de los que sobran:

José Joaquín Cuervo Polanía

 

La Pandemia del Covid 19 ha sacado a la luz lo peor de nuestra naturaleza humana. En la novela de Saramago, en el ensayo sobre la ceguera casi nadie, excepto la esposa del médico, perdió la consideración humana en esa peste. Albert Camus nos lo dice enfáticamente en La Peste: “Lo peor de la peste no es que mata a los cuerpos, sino que desnuda las almas y ese espectáculo suele ser horroroso”. Ni siquiera la cercanía espacial y temporal de la muerte nos ha hecho reaccionar.  El ethos social y moral de la sociedad colombiana ahondará la crisis en la que nos encontramos ya hace muchísimos años:  El mayor espejo de esa peste que llevamos por dentro seguirá siendo la corrupción.

Primero fue la priorización general en la atención de los posibles contagiados, el triage social y de atención médica terminó aplicándose desde el oportunismo y desde los intereses de los que podían traficar influencias a favor de los mayormente privilegiados. Igual sucedió en el caso del acceso y aplicación de las pruebas, su administración y realización no fue equitativa, al final en medio de la incertidumbre y desinformación, se encarecieron y la celeridad en sus tomas y en sus resultados terminó siendo discriminatoria y excluyente. Totalmente predecible lo que pueda suceder con la aplicación de las dosis de las vacunas. Si en los triages y en las pruebas se aplicaron las teorías discriminatorias y ventajosas del “Usted no sabe quién soy yo” del “sálvese quien pueda” y “primero yo y segundo yo”, y “lo demás para el baile de los que sobran”; no tendremos mayor esperanza que sea distinto el comportamiento de los colombianos influyentes y egoístas privilegiados en relación con las vacunas.  ¿Cuántos casos de “vacunagate” nos esperan a la vuelta de la esquina?

¿Cuántos políticos y poderosos estarán pensando que ellos deben ser los primeros en ser vacunados y que el futuro del país y de la humanidad depende de que su estirpe se mantenga en ascenso? ¿Cuántos de los que nunca debieron ser priorizados por el Sisben, de los que reciben beneficios del Estado: subsidios, becas, auxilios de manera fraudulenta quieren ser priorizados por la aplicación de las vacunas en este país excluyente y sin escrúpulos? Ni porque resucitaran los 60 mil muertos por covid y los increparan para que cambiaran de actitud, les bastaría para reaccionar. Esos privilegiados, políticos, potentados y omnipotentes que se sienten acreedores del Estado social sin justa causa son las verdaderas víboras venenosas de Zapateiro. Si esos grupúsculos y guetos quieren ser los primeros en vacunarse que se vayan con sus familias de alcurnia de weekend a Miami y de su propio pecunio paguen por su aplicación. Eso sí, que no se vayan con viáticos y viajes pagados por el propio Estado.