Líderes religiosos negros se comprometieron ayer a aprovechar la indignación por el caso Trayvon Martin para intentar revocar leyes estadounidenses que permiten usar armas ante una amenaza de muerte y reclamar mayores derechos civiles.
Hablando frente a la sede del Departamento de Justicia en Washington, el reverendo bautista Al Sharpton (en la foto, al centro), político y activista por los derechos civiles, anunció un Día de Justicia Nacional por Trayvon para el sábado, con manifestaciones frente a edificios federales y palacios de justicia en más de 100 ciudades en todo el país.
"Gente de todo el país se reunirá para demostrar que no estamos teniendo un ataque de ira de dos o tres días", dijo Sharpton, flanqueado por más de una docena de miembros del clero afroestadounidense. "Este es un movimiento social por la justicia".
La absolución el pasado sábado del vigilante vecinal voluntario blanco George Zimmerman por la muerte a tiros del adolescente negro desarmado Trayvon Martin en Florida ha despertado la ira y el descontento en la comunidad afroestadounidense.