En una entrevista con LA NACIÓN publicada el domingo pasado, el secretario de Salud de Huila, César Alberto Polanía, se refirió a la situación actual de la pandemia y allí hizo un llamado que los huilenses deberían tomarse su tiempo y atender.
De acuerdo con el funcionario, “el virus se quedó y está circulando”, en una región con población susceptible: “esa población susceptible son en su gran proporción los adultos mayores. Algunos tienen esquema completo de vacunación, pero necesitamos mantener la inmunidad con las dosis de refuerzo. Los adultos mayores ya deben tener por lo menos, una tercera dosis que es el primer refuerzo y un segundo refuerzo con una cuarta dosis; esto mantiene una inmunidad y disminuye los riesgos. Hay que recordar que esta población adulta mayor tiene algunas comorbilidades, como por ejemplo, enfermedades cardiovasculares, cancerígenas y renales, así como enfermedades que llevan a la inmunodepresión, y por eso, hace que sean muy susceptibles”.
El llamado del secretario de Salud es muy claro y debería ser recibido por la población huilense con especial atención, en momentos en que muchos dijeron adiós hace rato a las medidas especiales de bioprotección.
Con toda razón, un ciudadano podrá pensar que si lo afecta, el coronavirus no tendrá mayores repercusiones en su estado de salud. Sin embargo, esta persona debe ponerse en los zapatos de la población que sí está en riesgo. El más reciente reporte de las autoridades de salud confirmó que en una sola semana 13 huilenses murieron como consecuencia del coronavirus.
En ese orden de ideas, dos años y medio después, el coronavirus sigue representando una amenaza y la manera más efectiva para contenerla es de tres formas: utilizar el tapabocas en lugares con poca ventilación y con aglomeración de personas; si resulta contagiado guardar el aislamiento en casa para no propagar el virus en el entorno laboral y comunitario; y no descuidar los refuerzos de la vacunación.