La Nación
Lo pensaría dos veces para volver a pescar: joven herido con arpón 1 19 abril, 2024
HUILA

Lo pensaría dos veces para volver a pescar: joven herido con arpón

José Daniel Lizcano Piñague habló con LA NACIÓN sobre los difíciles momentos que vivió con un arpón atravesado en su rostro; dijo que estar vivo es un milagro de Dios. En medio de su recuperación espera con ansias el nacimiento de su hijo.

 

Carolina Argüello Cruz

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“Yo estaba debajo del agua cuando entró el arpón, sentí un dolor impresionante, fue como si la cabeza se me hubiera desprendido del cuerpo. ¡Qué golpe tan duro!”; con estas palabras José Daniel Lizcano Piñague describe el terrible momento que vivió en medio de una tarde, aparentemente, tranquila en la que fue herido con un arpón en su rostro cuando se bañaba en aguas de la quebrada La Yaguilga, muy cerca a la quebrada El Quimbo en zona rural de El Agrado, centro del Huila.

Dijo que se encontraba en el lugar, como de costumbre, con José Yeimi Muñoz Díaz a una distancia de 8 metros aproximadamente.

“Él me dijo: “venga que acá está bueno para pescar”; yo me fui por debajo del agua y cuando llegué no lo vi; entonces pensé que estaba acostado o haciendo algo; entonces volví y me sumergí. Pasaron por ahí tres segundos cuando sentí el arpón”

El elemento entró cerca de su ojo izquierdo y salió cerca de su oreja derecha. Pese a todo pronóstico, el hombre de 29 años de edad se recupera satisfactoriamente en su vivienda ubicada en el barrio El Carmen del municipio de Garzón.

En diálogo con LA NACIÓN, José Daniel aseguró que la pesca era uno de sus pasatiempos favoritos, solía hacerlo cada 3 o 5 días, siempre con el mismo compañero, quien aseguró que no recuerda qué pasó ese 21 de agosto en el que accidentalmente disparó el arpón.

“Yo salí del agua y mi compañero me llevó en moto hasta el hospital San Vicente de Paúl de Garzón, allí entré caminado y en esos momentos solo pensaba en arrepentirme de las cosas que había hecho, porque con el arpón en la cabeza yo sentía que ya me había llegado el día. Le pedía a Dios que al menos me dejara despedir de mi familia”, relató.

Ese viernes fue trasladado hasta la clínica Medilaser de Neiva y el sábado sometido a una riesgosa cirugía en la que de acuerdo con el reporte médico se le realizó “extracción del cuerpo extraño que permanecía en su cara, lavado y curación de heridas, así como septoplastia – procedimiento quirúrgico correctivo que se realiza para enderezar un tabique nasal desviado – con cierre de perforación septal y taponamiento nasal izquierdo”.

El joven que labora como mecánico de motos cuenta que nunca perdió el sentido y que tuvo que luchar contra el dolor y contra el pronóstico de los galenos a quienes escuchaba decir que “si no perdía la vida, al sacarme la varilla podría perder el ojo, cuando se dieron cuenta que estaba despierto me aplicaron más anestesia para dormirme. Yo cerraba los ojos y pensaba en que se hiciera la voluntad de Dios, pero yo quería vivir”.

Esto para José Daniel era una situación difícil puesto que su ojo derecho lo tiene perdido por una miopía que sufre de nacimiento, es decir, que en caso de perder el ojo izquierdo quedaría ciego para siempre. Pero, para él, solo un milagro de Dios impidió que esto sucediera.

“Le pedía a Dios que me diera la vida y que me dejara bien porque uno que vive del trabajo, del día a día, pero gracias él me siento muy bien”.

Hoy 12 después siente que la tormenta pasó y que nada sucedió, pues solo un intenso dolor de cabeza le hace recordar que un arpón en una de sus apasionadas jornadas de pesca por poco acaba con su vida.

“Yo me aferré mucho a Dios, oraba mucho y sabía que muchas personas también lo hacían. Pensaba siempre en compartir con mi esposa, yo no podía dejarla ahora que está embaraza, sabía lo difícil que sería para ella seguir sola con el bebé”, añadió.

La próxima semana deberá asistir a Neiva nuevamente a cumplir con los chequeos médicos; se prevé que no pueda ejercer sus funciones con normalidad hasta dentro de dos meses. Aunque en los lugares por donde entró y salió el arpón no se evidencia daño alguno y él se siente en óptimas condiciones de salud, los médicos lo mandaron a tomar reposo.

Por ahora, dice que no volverá a pescar; señalando que cuando lo inviten lo pensaría dos veces para ir nuevamente y retomar esta actividad.