Por: Gabriel Calderón Molina
En el año 2024 se cumplirán los primeros cien años de la publicación de la Vorágine del huilense José Eustasio Rivera, obra cuya trascendencia mundial la pude comprobar en julio de 1967 cuando visitaba la ciudad de Praga, capital de la antigua Checoslovaquia, hoy de Chequia.
Decidí referirme en esta columna a los cien años de la Vorágine al tener conocimiento de que en Orocué, departamento de Casanare, se proponen organizar para ese año un evento nacional con ese motivo, pues tal como lo conté en una columna hace unos cuatro años, en esta población estaban en el proceso de organizar un museo destinado a exaltar la Vorágine y la vida de su autor. Para los orocuenses y casanareños esta gran obra literaria fue concebida mientras José Eustasio permaneció por seis meses allí, antes de emprender su recorrido por las selvas amazónicas.
En el Huila y en Neiva, su tierra natal, ¿se está ya pensando igual que en Orocué? No lo creo. En nuestro Departamento la exaltación de los grandes aportantes a la cultura y al desarrollo regional, es esquiva a la mente de nuestra sociedad y de muchos de nuestros gobernantes. No todos. El hecho que lo demuestra es la inexistencia hasta ahora en Neiva, ni en ningún municipio, de un museo que muestre la vida y la obra del autor de la Vorágine y de otros de sus valiosos aportes literarios, no obstante contar con piezas museológicas claves, como lo son ediciones de este libro, para estructurarlo y hacer de él un espacio de cultura y turismo y contribuir al conocimiento y formación de la juventud huilense.
Hasta ahora ningún Secretario de Cultura y Turismo, departamental ni de Neiva, ha tenido esta trascendental iniciativa. El museo de la huilensidad Jorge Villamil Cordovez contó para su creación con la propuesta del Dr. Germán Palomo García en su libro Huila Futuro y el impulso de la Reina Nacional del Bambuco (2001-2002), Larissa F. Calderón, o sea que tuvo su origen en la iniciativa particular, así como la organización de una Fundación que lo viene administrando con grandes dificultades financieras por la indiferencia por la memoria musical del Maestro, de algunos gobernadores y Secretarios de Cultura y Turismo.
Sería una vergüenza nacional que la celebración de los 100 de la publicación de la Vorágine fuera ignorada en el Huila y no en Orocué. Sugiero que el actual gobierno departamental debe sentar las bases para la organización de un evento nacional que exalte la memoria de José Eustasio Rivera con ese motivo.