La Nación
Los Año Viejos, tradición que se niega a desaparecer 3 29 marzo, 2024
HUILA

Los Año Viejos, tradición que se niega a desaparecer

Representan el fin de todo lo malo que ocurrió en el año y la esperanza de nuevas y mejores cosas. Aunque ya no abundan como en épocas pasadas, todavía hay quienes disfrutan de elaborarlos.

 

Propio de la celebración de fin de año son los populares y tradicionales Año viejos, muñecos que son elaborados generalmente en los barrios y en torno a los cuales se unen vecinos, amigos y familias.

Un ejemplo de ello se encuentra todavía en el barrio Fundador de Aipe, donde Héctor Charry, arquitecto de 46 años, es famoso por la elaboración de estos muñecos. Hizo el primero hace dos décadas y media y desde entonces no ha dejado  esta costumbre, siempre cada año espera esta temporada para crear uno nuevo y participar en el concurso de Año viejos que se realiza en el pueblo, acompañado de un desfile donde todos pueden verlos y disfrutar de ellos.

El aipuno, ha elaborado más de 20 muñecos en toda su vida y de diferentes personajes, este año han decidido que será el Presidente Duque.

 

La elaboración

Ocho días antes del 31 de diciembre, Hector empieza a elaborar el muñeco, en cuyo proceso participan todo un equipo de amigos. Cada quien aporta el pantalón, la camisa, zapatos y la decoración extra que se le quiera poner al muñeco, como un sombrero, gafas, corbata, peluca, ruanas, collares, etc.,

Luego viene la parte del relleno del Año viejo, tarea que se realiza cuidadosamente con material desechable como hojas de plátano secas, aserrín, y también con trapos y espuma. La cabeza puede ser la que requiera más trabajo, pues depende del personaje que se quiera representar.

Después viene el cosido del muñeco con aguja capotera y generalmente con nailon o cáñamo que son resistentes. Obviamente la pólvora no podía faltar, pues el fin del muñeco es quemarlo a la medianoche del 31 de diciembre. Este elemento se le coloca pocas horas antes de prenderle fuego por precaución. Sin embargo muchos hoy en día optan por no utilizarla.

En el barrio colocan sobre la carretera una hoja de zinc y ahí se quema el Año viejo para no causar afectaciones a la vía.

Esta tradición, tiene un significado, y es el de que se quemen las cosas malas que han pasado durante el año, para comenzar uno nuevo con metas nuevas. También hacen alusión a aquellos hechos o personajes que tuvieron gran connotación durante el año.

“Recomendaciones valiosas con los niños, es no dejar que manipulen pólvora y que vean la quema del muñeco a una distancia prudente”, recuerda Héctor.

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