Un buen mensaje están enviando las autoridades con las decisiones que están tomando alrededor del escándalo de los $3.000 millones que se esfumaron y que habían sido dirigidos por el Banco Agrario a la construcción de 289 soluciones de vivienda en zonas campesinas de los municipios de Suaza y Tarqui. El caso llevaba 6 años y parecía dormido.
Ha sido primero la Contraloría General de la República en abrir las investigaciones de tipo fiscal y ahora, es la Fiscalía General de la Nación la que ha decidido ocupar con fines de extinción de dominio los bienes del reconocido contratista, Jaime Saavedra Perdomo, quien parece ser el ‘cerebro’ del desvío de los dineros. La medida cautelar también cobijó a propiedades del ex gerente nacional de vivienda, unidades adscrita al Banco Agrario, Sergio Agustín Suárez Nieves.
Los bienes de Saavedra Perdomo están localizados en Neiva, Rivera y La Plata. En dos de ellos, fueron incautadas 120 cabezas de ganado. También fueron inmovilizados cuatro vehículos (volquetas y un camión).
Los detalles del escándalo en el que está involucrado el reconocido contratista los ha venido revelando durante los últimos años LA NACIÓN: El consorcio “Givis Huila” recibió entre los años 2015 y 2016 de manos del Banco Agrario en total, 3.032,58 millones de pesos para entregar en ocho meses 267 casas nuevas y 22 mejoramientos de vivienda campesina en las dos poblaciones huilenses. No pegó un solo ladrillo pero la plata desapareció. Todos los recursos fueron consignados a una cuenta corriente cuyo titular era Jaime Saavedra.
En el Huila, muchos han sabido de los ‘tentáculos’ del señor Saavedra y la facilidad con que se ha hecho a la contratación pública. Para nadie es un secreto que en sus propiedades armaba parrandas para políticos de todas las vertientes. Por eso, estas decisiones de las autoridades representan un golpe contundente.