Una “pausa” temporal declarada por las Farc, como primera reacción ante la propuesta de un referendo como mecanismo para validar un eventual acuerdo de paz, suscitó una tormenta, la más agitada desde que comenzaron las conversaciones en noviembre del año pasado.
Estimando que la medida no había sido consultada, los voceros de la organización insurgente se declararon en receso.
Desde el principio las Farc propusieron una Asamblea Nacional Constituyente, como mecanismo de refrendación.
“La Constituyente- dijeron- convocada en el marco de un gran acuerdo político nacional, sería el camino para alcanzar un verdadero tratado de paz, justo y vinculante, que funde nuestra reconciliación, rija el destino de la nación y la encauce hacia las cumbres de la democracia real”. Pero el gobierno le salió al paso y anticipó el mecanismo que le permitirá pisar el acelerador de las negociaciones. Y por cuestión de tiempos. Pero las Farc no lo interpretan de esa manera.
En contraste, dijeron el gobierno comunicó al país su decisión de apelar al referendo como mecanismo de refrendación, sin para nada mencionar los procedimientos de construcción democrática de lo que sería refrendado.
"Ante estas nuevas circunstancias -dijeron- la delegación de paz de las Farc ha decidido hacer una pausa en la discusión de la mesa para centrarse exclusivamente en el análisis de los alcances de la propuesta gubernamental” de referendo, “sin detrimento de la consulta interna que deben hacer (las Farc) como organización”.
"Les pedimos que entiendan que queremos actuar con responsabilidad, con sensatez, con madurez, con ponderación, en el análisis de esta coyuntura que se ha presentado", expresó la delegación en un comunicado leído por ‘Pablo Catatumbo’.
Primera posición
Santos reaccionó inicialmente calificando como "legítimo y válido" que las Farc hagan una pausa para analizar su propuesta, pero les instó a acelerar la negociación.
"Perfectamente legítimo y válido que lo estudien, pero el tiempo pasa y la paciencia del pueblo colombiano tiene su límite y tenemos que seguir avanzando", dijo Santos.
"Vamos avanzando, pero tenemos que avanzar más rápido. Ojalá los acuerdos estén finiquitados a final de año", insistió el mandatario. En muchos escenarios se interpretó la posición de las Farc como una ruptura de las conversaciones.
No es ruptura
Horas más tarde los delegados de las Farc aclararon que reanudarán el próximo lunes las conversaciones de paz luego de una breve “pausa” declarada por el grupo insurgente para analizar la sorpresiva propuesta de referendo presentada por el presidente Juan Manuel Santos.
La pausa- reiteraron- no implicaba una ruptura en las negociaciones sino un espacio para examinar la iniciativa presidencial. En otras palabras. Las Farc suspendieron la sesión de trabajo programada para este sábado, como estaba programada, y las conversaciones se retomarán el lunes en el lugar habitual, el Palacio de Convenciones, en La Habana (Cuba).
Nuevo giro
No obstante, el presidente Santos cambió el discurso y le subió el tono.
“En este proceso- dijo- el que decreta las pausas y pone las condiciones no son las Farc. De manera que yo he tomado la decisión de llamar a los negociadores para que se vengan inmediatamente aquí a evaluar el alcance de ese comunicado, el alcance del comportamiento de las Farc frente a iniciativas que lo único que están buscando es acelerar la solución de este conflicto”.
Y ese análisis lo vamos a hacer aquí y reanudaremos las conversaciones cuando lo consideremos apropiado.
El resto de la delegación que permanecía en Cuba deberá regresar atendiendo las instrucciones del Jefe del Estado.
Por ahora, las conversaciones seguirán suspendidas hasta cuando el gobierno decida la fecha de reanudación.
‘El Gobierno continuará en la mesa’
El jefe del equipo negociador, Humberto de la Calle, quien se encontraba en Cali, desde el jueves pasado, atendiendo un asunto personal, advirtió que la pausa no significa una ruptura.
“El Gobierno continúa en la Mesa de Diálogo. El diálogo no se ha roto. Se espera que el tiempo que dediquen las Farc al estudio del proyecto de ley sea breve para retomar pronto las conversaciones”, explicó. Recordó que el proyecto de ley estatutaria deberá examinarse con la propia guerrilla. “La refrendación y las garantías para la implementación de un eventual acuerdo de fin del conflicto son parte de la discusión del punto seis de la Agenda del Acuerdo General de La Habana. Esa discusión aún no ha comenzado en la Mesa”.
De la Calle explicó que si en La Habana se acuerda un referendo, el Gobierno debe desde ya levantar la limitación legal para que pueda coincidir con las elecciones y así garantizar que, si se llega a un acuerdo final “este mecanismo se pueda aplicar de manera expedita, sin obstáculos y con la mayor participación electoral posible. Esa es la única finalidad del proyecto de ley presentado”.
El Jefe negociador insistió en que el proyecto de ley presentado ayer no convoca un eventual referendo, ni determina su contenido. “La eventual concreción de este o cualquier mecanismo depende de lo que las delegaciones acuerden en La Habana”, puntualizó.
