La prudencia que hace verdaderos sabios no parecer ser la frase preferida de cuatro de los cinco ex presidentes de la República que nos sobreviven, convertidos hoy en constantes busca pleitos de cuanto asunto relevante e irrelevante hay en el país y ocupándose de recetarle al actual mandatario en ejercicio diversas fórmulas que, oh sorpresa, a ninguno de ellos se les ocurrió cuando tenían el poder en sus manos. La prudencia que hace verdaderos sabios no parecer ser la frase preferida de cuatro de los cinco ex presidentes de la República que nos sobreviven, convertidos hoy en constantes busca pleitos de cuanto asunto relevante e irrelevante hay en el país y ocupándose de recetarle al actual mandatario en ejercicio diversas fórmulas que, oh sorpresa, a ninguno de ellos se les ocurrió cuando tenían el poder en sus manos. Ya son pretéritas las épocas en que el país acudía a una vieja frase del entonces ex presidente Alfonso López Michelsen señalando que ellos, los ex mandatarios, no eran sino muebles viejos con los que nadie sabía qué hacer y terminaban siendo conservados en el cuarto de San Alejo. La frase, que López la tomó prestada del presidente estadounidense Harry Truman, era válida hace un par de décadas. Hoy ni son muebles ni son viejos ni se dejan acomodar en cualquier lado sino que buscan su propio espacio político y social. Seguramente lo que está pasando con César Gaviria, Ernesto Samper, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe elegidos quizá demasiado jóvenes y se quedaron sin una ocupación muy temprana para sus vidas productivas y, ante la falta de algún oficio, los ex presidentes colombianos no tienen otra salida que salir a opinar de lo divino y de lo humano. Y no siempre para bien del país. Gaviria, modelo 47; Samper, 50; Uribe, 52 y Pastrana 54, todos ellos son contemporáneos del presidente Juan Manuel Santos, e incluso dos de ellos son menores que él, que nació en 1951. El único que sigue la tradición de los antiguos ex mandatarios es Belisario Betancur, alejado de la política. Los otros cuatro no pierden ocasión de pelear entre sí, de discutir las políticas de Santos, de hablar de paz y de guerra, de acudir o de negarse a ir a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, en la que tienen quizá su único oficio real de opinar acerca de los temas sensibles para la soberanía nacional. Y justamente en esa Comisión comparten lo único que los une: el desacertado manejo de la defensa de Colombia en su pleito limítrofe con Nicaragua ante la Corte de La Haya. Lastimosamente en los demás temas es mucho más lo que dividen y dañan que lo que realmente aportan al país. Gaviria, Samper, Pastrana y Uribe bien deberían considerar seriamente una salida más decorosa a su condición de ex presidentes. En el resto del mundo sus ex gobernantes casi nunca opinan y hacen de su retiro un verdadero relax para ellos y, sobre todo, para sus países. Normalmente aquellos se van del cargo, fundan una biblioteca, participan en sosos foros, se dan las vacaciones merecidas y no se meten en lo que estén haciendo o dejando de hacer sus sucesores. Es hora que los ex presidentes descansen y nos dejen descansar de ellos. “Ante la falta de algún oficio, los ex presidentes colombianos no tienen otra salida que salir a opinar de lo divino y de lo humano. Y no siempre para bien del país”. EDITORIALITO A buena hora la Alcaldía de Neiva inició a partir de hoy una campaña para desmontar la publicidad fija y móvil en Neiva, instalada sin autorización y que generan contaminación visual y no pagan impuestos. Ojalá la campaña se mantenga.