La Nación
“Los humedales sí están protegidos” 1 29 marzo, 2024
ENTREVISTA

“Los humedales sí están protegidos”

El director de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, CAM, Camilo Agudelo, en diálogo con LA NACIÓN señaló las acciones que se han adelantado para la protección de los humedales en Neiva. Habló de la situación de Bethel, del río Fortalecillas y de los riesgos que existen en algunos municipios del Huila.

 

 ¿Cómo le ha ido a la CAM en este último año, atípico por cuenta de la pandemia?

Efectivamente grandes retos ha implicado la pandemia para toda la sociedad y la corporación no es ajena a esta circunstancia que ha tenido que evolucionar y avanzar en distintas estrategias para poder seguir atendiendo su función misional en el marco de las condiciones, por ejemplo, el ejercicio que hemos hecho para la atención virtual a través de la página web y nuestros distintos canales virtuales para atender oportunamente las denuncias que nos llegan por distintas infracciones a los recursos naturales; eso ha implicado la necesidad de un fuerte desarrollo tecnológico. Recibimos cerca de 1.500 solicitudes de licencias y permisos, y alrededor de 3.500 denuncias por infracciones ambientales que atendimos durante la vigencia anterior.

 

¿Qué tanto se protegen los recursos naturales en el Huila?

Podemos ir hablando de cada uno. Primero biodiversidad que se protege con un sistema departamental de áreas protegidas, tenemos 10.300 hectáreas de carácter regional que son administradas por la corporación y son foco de protección de los principales ecosistemas del departamento como de las especies de mayor relevancia. Hay una serie de actividades que desarrolló la corporación para lograr ese trabajo de protección de estos ecosistemas tan importantes. Además, tenemos un trabajo en ejercicios de planificación y formulación de planes de manejo de protección de estos páramos los cuales cerca del 95% están en el interior de los parques naturales regionales. Segundo, el bosque seco tropical en el Distrito Regional de Manejo Integral de Tatacoa. Tercero, 818 humedales con la formulación de su plan de manejo. La corporación realizó un ejercicio de priorización, caracterizamos 40 en su diversidad, su suelo y en la delimitación de los mismos. Durante el 2020 formulamos 10 planes de manejo ambientales de humedales los cuales han venido siendo sujeto de acciones concretas de protección. Durante esta vigencia ejecutamos actividades muy concretas en cinco distintos humedales que ya tenían plan de manejo en los municipios de Acevedo, Baraya, Garzón, La Plata y Pitalito. Cabe mencionar también el trabajo con especies amenazadas que lo hacemos de mano de los grupos comunitarios de monitoreo y diversidad; y de organizaciones y comunidades que viven en la zona.

 

¿Cómo se realiza el monitoreo?

Tenemos unas estrategias específicas sobre biodiversidad para monitorearla, hacer educación ambiental, desarrollar inversiones que permitan en cierta manera reducir el conflicto hombre/naturaleza que se da con algunas de estas especies. Estamos hablando de oso anteojos, danta de montaña, águila real o roble negro. Estamos hablando, también, de planes de conservación de nuevas especies como el caimán del Magdalena y la nutria de río que también son especies bastante emblemáticas que tienen unos requerimientos de conservación bastante importantes. Tuvimos un trabajo de adquisición de predios, sembramos cerca de 18.600 plántulas en áreas protegidas, pero tenemos un gran global de 130.000 plantas sembradas durante el año 2020 en la jurisdicción de la corporación.

 

En cuanto a los recursos hídricos…

Hay que contar que el departamento cuenta con cinco cuencas que tiene plan de ordenamiento y manejo adoptado. Tales cuencas son la del río Guarapas que abastece los acueductos de los municipios de Pitalito y Palestina; la cuenca del río Suaza, de la quebrada Garzón, la quebrada Barbillas y la del río Las Ceibas. En estas cuencas la corporación desarrolla normalmente una inversión en los aspectos más neurálgicos que requieren la conservación y la protección. La corporación en el año inmediatamente anterior hizo convenios, se compraron cerca de mil hectáreas de bosque en estas zonas tal vez más importantes y más delicadas. En esas cuencas hay, también, un trabajo de descontaminación y para ello tenemos el frente de aguas residuales en convenio con municipios donde construimos alrededor de 100 baterías sanitarias y pozos sépticos. En cuencas más críticas instalamos 170 sistemas de manejo y tratamiento de aguas residuales de café y una propuesta de manejo de residuos sólidos a través de composteras con 30 pilotos a lo largo y ancho del departamento. También trabajamos en otras cuencas de municipios como San Agustín, Algeciras y Yaguará que son abastecedoras.

 

Le pregunto ahora por los Estudios de Amenaza, Vulnerabilidad y Riesgo, que es un tema del cual la CAM se ha hecho líder en los últimos años. ¿Cómo van esos estudios y qué tantas ‘bolas’ le han parado los alcaldes?

La corporación ha emprendido esa gran labor de apoyar, en algunos casos, directamente los estudios de Amenaza, Vulnerabilidad y Riesgo, los cuales son instrumentos muy importantes porque es un estudio de detalle de esos fenómenos que tienen nuestros territorios. Por eso, todo eso en su conjunto genera un instrumento muy importante del conocimiento del riesgo para la gestión. Hasta el momento hemos logrado concretar en total 21 municipios con sus estudios de Amenaza, Vulnerabilidad y Riesgo. Es esencial conocer el riesgo porque gran parte de ello tiene que ver con nuestro modelo de uso y ocupación del territorio.

¿Cuál es el mecanismo para que todos trabajen alrededor de los mecanismos de Amenaza, Vulnerabilidad y Riesgo?

Es un instrumento que tienen los municipios y son los Planes de Ordenamiento Territorial, por lo que estos estudios deben ser incorporados en los POT y para eso la corporación cumple un rol en la concertación del componente ambiental que verifica que los estudios de Amenaza, Vulnerabilidad y Riesgo queden correctamente implementados y hacer seguimiento para que estos estudios se cumplan y de esa manera generar el principal elemento de control de riesgo que es respetar las zonas de inundación, las de amenaza alta por avenidas torrenciales y donde hay riesgos no mitigables.

 

A partir de esos estudios, ¿dónde están concentradas las mayores amenazas en el departamento?

Tenemos unas circunstancias en el Huila de transversalidad del riesgo en todo nuestro territorio. Por supuesto que hay algunos municipios que tienen una condición específica, tal vez, más difícil como Timaná, Suaza, Guadalupe, La Argentina. Hay que avanzar en reubicar las poblaciones que están ubicadas en zonas de riesgo, pero también, avanzar en construir las obras de mitigación que son necesarias.

 

Pasamos a un tema bastante polémico. Los ambientalistas dicen que poco se ha hecho para proteger humedales importantes como El Chaparro. ¿Usted qué tiene para decir frente a esa afirmación?

La corporación tiene una posición muy clara al respecto y es que tenemos humedales efectivamente muy ligados al área urbana de Neiva, que son espacios verdes de ciudad que tienen un rol muy importante en la protección de la biodiversidad urbana, en torno a la educación ambiental de nuestras comunidades y como espacios de esparcimiento. La corporación no solamente tiene identificados y protegidos estos humedales, sino que, además, destinó unos recursos importantes en una primera etapa a efecto de la formulación de los planes de conservación de los humedales. Tenemos unas mesas de trabajo con la Alcaldía de Neiva para poder desarrollar estrategias tales como jornadas de educación ambiental, de capacitación y de limpieza.

 

 

El humedal El Chaparro, ¿sí está protegido?

Efectivamente el instrumento del plan de manejo del humedal y los instrumentos del plan de ordenamiento territorial son los que plantean la estrategia de conservación. Es decir, que a hoy esos humedales tienen ese elemento de protección. Lo importante es que tenemos que avanzar en la ejecución de esos planes de manejo, pero hay una protección.

 

Otro tema muy álgido es el río Fortalecillas, las denuncias que hay es que siguen sacando aguas del afluente y que tarde o temprano va a terminar desapareciendo. ¿Qué ha hecho la CAM frente a eso?

El río Fortalecillas tiene un especial foco de trabajo por parte de la corporación, es una corriente que denominamos ‘corriente de alto conflicto’ y allí hacemos un seguimiento permanente y un proceso de ordenamiento especial del recurso hídrico. El río Fortalecillas cuenta con una diversidad de acciones que se marcan en una integralidad de gestión y protección de la fuente hidrográfica y que vienen incluso desde los nacimientos de él, declaradas como Parques Naturales Regionales que en este caso es Siberia Ceibas. Es un afluente que tiene una demanda muy alta de recurso, primero porque hay unos procesos de crecimiento de la población asentada y que usa el río para sus acueductos y, segundo, porque hay una producción regional bastante extensa de cultivos como arroz, el desarrollo piscícola y eso genera una gran demanda. En el año 2020 encontramos problemas de caudal ecológico y la corporación tiene hoy una serie de procesos sancionatorios por estas condiciones. El llamado es a la solidaridad de todas las personas para que cuidemos el río y nos atengamos a la concesión de aguas que otorgó la corporación porque eso garantiza que el río siempre tenga su caudal ecológico y va a proteger su hidrología y su recurso biológico.

 

¿En que quedó el proceso sancionatorio contra Bethel, el complejo hotelero que se construyó, al parecer, violando normas ambientales en pleno desierto de La Tatacoa, en el norte del Huila?

Precisamente estamos desarrollando toda la actuación administrativa alrededor, no es un proceso cerrado por lo que la corporación había determinado unas sanciones que estaban sujetas a un recurso legal de reposición. La empresa que está incluida en el proceso solicitó y argumentó algunos aspectos complementarios al proceso; y como es lógico, la corporación está atendiendo unos nuevos elementos y actualmente estamos en un proceso probatorio y estamos avanzando. Después de estos procesos vendrán las demás actuaciones administrativas, incluyendo los alegatos de conclusión y demás para permitir cerrar el proceso en los términos en los que está estructurado. Sin embargo, es importante mencionar que hay unas medidas preventivas alrededor de los vertimientos o de manejo de residuos sólidos que se impusieron desde el primer momento y que la corporación continúa haciendo seguimiento para garantizar que se cumplan.

 

¿Esas medidas cautelares están vigentes?

Si. Las que aún no han quedado en pie son las sancionatorias, las cuales solamente podrán quedar en firme una vez finalizado y agotado todas las etapas del proceso administrativo.

 

¿Cuándo podrían estar terminando todas las etapas del proceso?

Tenemos estimado que alrededor de tres o cuatros meses, dependiendo de las distintas discusiones legales que se den y los distintos recursos que puedan llegar a la corporación para poder finalizar este proceso.