La Nación
Los nuevos gestores de paz 1 28 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Los nuevos gestores de paz

El presidente Gustavo Petro cumplirá su promesa de campaña para los investigados de la reciente protesta social. El gran debate se centra en dos posiciones, una como un mecanismo de resocialización diferente a la cárcel y la opuesta como un mal mensaje de quienes infringen la ley y no tienen un castigo; todo en el marco del paro nacional; apoyado y cuestionado por los actos realizados.

Pero, ¿Qué son los gestores de paz? Esta figura se creó con la Ley 418 de 1997, modificada recientemente por la Ley 2272 del 2022, con el fin de designar a personas que han pertenecido a grupos armados ilegales que estando en la cárcel puedan obtener su libertad y presten sus buenos oficios en tareas diversas que ayuden a alcanzar acuerdos humanitarios o avanzar en contactos que permitan consolidar la paz con el grupo al que pertenezcan.

Serían aproximadamente 230 personas que tendrían este beneficio, el caso más conocido en Neiva es el de Andrés Felipe Yara, conocido como “Retazos Clown”, un pelado de la comuna 10, que a través de sus redes sociales relataba lo sucedido vestido como payaso y estuvo recluido en Rivera por motivos superiores a los que presuntamente cometió, lo cual permitió su libertad hace unos meses.

Hay crímenes que no pueden ser condenados de la misma manera, pero si algo está claro en este país es el fracaso de la política criminal, ¿Salen mejor de lo que ingresaron? ¿Realizan algún tipo de trabajo que retribuya considerablemente a resarcir el daño cometido?, la respuesta es evidente, tenemos prisiones saturadas de personas improductivas que requieren un proceso de incursión nuevamente a la sociedad sobre la base del trabajo, porque los que salen por lo general vuelven a reincidir por actos delictivos iguales o más graves.

Los nuevos gestores de paz deben entender la responsabilidad que tienen por el costo político que asume Gustavo Petro; deberán respetar las instituciones, la propiedad privada y ejercer el derecho a la protesta social de manera pacífica, esto no puede ser un indulto y quienes no lo entiendan deberán asumir con severidad sus consecuencias.